Elisa Leiva
Sociedad
Cómo afectan las estaciones frías al estado de ánimo
La llegada del otoño y del invierno tiene efectos en el bienestar emocional y mental
La entrada del otoño y del invierno trae consigo el acortamiento de los días, la llegada del frío y las lluvias, y para ciertas personas incluso cambios significativos en su estado de ánimo y energía. Cuando esto ocurre, podríamos estar refiriendonos a un Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
El TAE es un desorden que afecta a entre el 1 y el 10% de la población, según el National Institutes of Health. Se caracteriza por la manifestación de síntomas de depresión que tienden a repetirse en un patrón estacional, de forma cíclica, y que disminuyen durante la primavera o el verano.
Entre los síntomas de este trastorno se incluyen la tristeza persistente, fatiga abrumadora, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse, aislamiento social y alteraciones en el sueño. "Estos signos impactan especialmente en la vida cotidiana y las relaciones personales. Por lo tanto, cabe destacar que el TAE no es una simple melancolía invernal, sino una afección clínica que requiere atención y tratamiento”, destaca María Calle, psicóloga de bluaU de Sanitas.
Dado este escenario, los profesionales de Sanitas han elaborado una serie de consejos para prevenir o reducir las consecuencias del Trastorno Afectivo Estacional:
Exposición a la luz solar
Aprovechar la luz natural durante los días de invierno, tanto en casa, como al aire libre, tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo.
Ejercicio regular
Realizar actividad física de forma regular es aconsejable, ya que permite generar endorfinas y mejorar nuestra salud física y emocional.
Gestión del estrés
El uso de métodos de relajación, como la meditación y la respiración controlada, ayuda a reducir el estrés, dado que este puede exacerbar los síntomas asociados a este trastorno.
Mantenimiento de las relaciones sociales
Conservar el contacto con amigos y familiares es esencial. En este sentido, resulta beneficioso participar en encuentros sociales que contrarresten la tendencia al aislamiento social y la falta de comunicación.
Planificación de proyectos
Idear una agenda que nos mantenga ocupados con actividades disfrutables y establecer metas alcanzables mejora el sentido del propósito y previene la apatía.
Terapia de luz y terapia cognitivo-conductal
Si se experimentan síntomas notables de TAE, lo mejor es acudir a un profesional de la salud, para que estudie la situación y evalúe la necesidad de comenzar una terapia psicológica. En particular, se pueden considerar enfoques como la fototerapia, que implica el uso de una lámpara de luz terapéutica, que emite una luz brillante y artificial que imita la luz solar; o la terapia cognitivo-conductal, que se enfoca en la identificación y modificación de patrones de pensamiento negativos o irracionales y conductas perjudiciales. Ambas opciones pueden tener un impacto positivo en la calidad de vida de quienes padecen este trastorno.