Miriam Gómez Sanz
Cultura
Cristina García Rodero revive la 'España Oculta' en 157 imágenes que llegan al IVAM
La exposición recorre 15 años de fiestas y tradiciones que marcaron a toda una generación
El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) invita este invierno a un viaje directo a la España de los años 70 y 80: la de las romerías, los carnavales, las misas solemnes, los funerales multitudinarios y las fiestas que reunían a todo el pueblo. La muestra España Oculta, de la Premio Nacional de Fotografía Cristina García Rodero (76 años), reúne 157 fotografías que retratan no solo celebraciones, sino una forma de vivir.
García Rodero recordó cómo en 1973, gracias a una beca de la Fundación Juan March, pudo comprarse su primera cámara, una Pentax de 35 mm. Aquel gesto, dice, "le cambió la vida".
Era entonces, como explica con humor, "una jovencilla absolutamente inexperta" que buscaba "un poco de aventura". Ese impulso la llevó a recorrer pueblos de toda España durante 15 años, descubriendo costumbres que empezaban a desaparecer y, sobre todo, enamorándose de "la gente sencilla, que trabajaba voluntariamente por dejar su pueblo mucho más bonito, por tener una fiesta preciosa".
Ese afecto es visible en las imágenes, que muestran rostros, gestos, trajes, comidas y paisajes que muchos visitantes reconocerán como parte de su propia historia. No en vano, la artista describe la muestra como "un muestrario maravilloso de toda nuestra historia".

El oficio de fotografiar lo esencial
La exposición permite asomarse también a la manera de trabajar de García Rodero, marcada por la constancia y la perseverancia. Tanto sus horas de descanso como todo su dinero han ido destinados siempre a la fotografía, algo de lo que "no se arrepiente" porque le ha permitido aprender "a vivir con los pies en la tierra, a saber lo que es importante, a estar entre los más importantes y entre los más sencillos, poder tener una visión de todas esas distancias, pero, sobre todo, a disfrutar de lo que estás haciendo".
"Odio a las personas que caminan superficialmente sobre las cosas", confesó. "Aunque haya sacado la foto de mi vida hay que esforzarse hasta el final y al año siguiente más".
No fue un camino fácil. En una época sin internet ni documentación accesible, la fotógrafa debía llamar a ayuntamientos, hablar con párrocos, músicos o feriantes, preguntar sin parar: "Les cosía a preguntas para saber qué fiestas eran las importantes".
Para ella, la fotografía no solo muestra un momento. Muestra también a quien la hace: "Te descubre a ti mismo tus miedos, tus angustias, tus momentos de valor, tus ganas de hacer, tus ganas de entrega, tu estilo propio. Es un camino bien difícil poder sacar una buena imagen".

Un legado que sigue vivo
La directora del IVAM, Blanca de la Torre, destacó el valor etnográfico y antropológico de esta colección. Mientras otros fotógrafos se centraban en la modernidad urbana de La Movida, García Rodero eligió la esencia rural y festiva de los pueblos: "Lo hizo con determinación, con pasión y con talento".
La muestra, que ya ha pasado por Madrid, Málaga, Cuenca y Palma, podrá visitarse en València hasta el 8 de febrero. Y llega en un momento especial: el libro España Oculta acaba de ser reeditado por la propia artista, que lo considera su "tarjeta de visita".




