La DGT advierte sobre la sanción que puede suponer escuchar música en el coche

Para muchos conductores, escuchar música es un factor clave durante la conducción. Coger el coche mientras escuchan su disco, artista o canciones favoritas y viajar sin rumbo fijo, es una gran terapia para disminuir el estrés del día a día. Sin embargo, la DGT advierte del mal uso que se le puede dar a esta actividad, sobre todo, según el volumen al que la estemos escuchando.

Aunque puede parecer que escuchar música mientras conducimos es una actividad inofensiva, pasarse del volumen de sonido recomendado, puede ser tanto peligroso para nuestros oídos, atención en la carretera y seguridad en el vehículo, como acarrear una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT).

El sonido se mide en decibelios (dB), una unidad de sonido que se utiliza para expresar la relación entre dos valores de presión sonora, o tensión y potencia eléctrica. Con ayuda de los dB podremos averiguar si un coche con la música alta supone una potente contaminación acústica para el conductor y los demás usuarios.

Para hacernos una idea, una respiración tranquila son 10 dB, una conversación sobre unos 40 dB, el sonido de la aspiradora 70 dB, de media el volumen del tráfico ronda los 90dB, mientras que un concierto los 110 dB y un avión en su momento de despegue los 130 dB.

Cada ayuntamiento de la ciudad o municipio donde estés, fija sus propios límites según la ordenanza municipal, y la multa que puede derivarse. No obstante, la referencia a partir de la cual los consistorios pueden desarrollar un proceso sancionador, son los 87 decibelios. Según la DGT, la sanción puede ascender hasta los 3.000 euros.

El organismo nacional recomienda un volumen moderado, para que la música no produzca un efecto de sueño en el conductor, "no fomente una actitud agresiva o defensiva", y no suponga una distracción.