Sociedad

Estrés navideño: 5 síntomas inesperados que lo delatan

Toni Esteve

Foto: Bigstock

Sábado 25 de diciembre de 2021

4 minutos

Un poco de estrés festivo es normal, pero puede afectar a nuestro estado físico y anímico

Estrés navideño  5 síntomas inesperados que lo delatan (Foto Bigstock)2
Toni Esteve

Foto: Bigstock

Sábado 25 de diciembre de 2021

4 minutos

La Navidad es un periodo del año donde se mezclan sentimientos y emociones de muy diversa índole. Son fechas para el reencuentro y la alegría, pero también para la nostalgia y momentos más estresantes de lo que pueda parece a simple vista: compras, arreglos de la casa, planificación de comidas especiales… Al estrés general hay que añadir el que provocan los reencuentros familiares, algunos esperados y deseados, y otros no tanto. En cualquier caso, el “espíritu navideño” nos lleva a convencernos de que debemos pasar los mejores momentos, hacer felices a todos y que todo salga perfecto. Si bien un poco de estrés festivo es normal, demasiado puede comenzar a afectar nuestro estado de ánimo e incluso a nuestro cuerpo.

Estrés navideño  5 síntomas inesperados que lo delatan (Foto Bigstock)

Expectativas muy altas

Entre los síntomas que pueden delatar que hemos ido más allá de lo saludable con nuestras expectativas ante las fiestas de Navidad se encuentran algunos físicos, como la pérdida de cabello o uñas quebradizas, y no nos referimos al hecho de que los nervios nos hagan mordérnoslas, sino a cambios hormonales que pueden resultar en uñas suaves y quebradizas que se parten y se rompen con facilidad. Debemos ser realistas con lo que esperamos de estas fiestas, para que no nos frustre el hecho de que no todo salga a la perfección y seamos capaces de disfrutar las reuniones familiares.

Fatiga y cambios de peso

La fatiga o los cambios en nuestro peso también son habituales en esta época del año. Por supuesto, el solo hecho de tener que encargarse de muchas tareas extra durante la Navidad ya puede suponer un aumento del cansancio, pero si este se vuelve insoportable y nos cuesta incluso conciliar el sueño, podríamos estar delante de un caso de estrés. En cuanto a las alteraciones en el peso, cuando estamos estresados, el nuestro puede fluctuar hacia arriba o hacia abajo fuera de control (podemos comer mucho más o mucho menos de lo habitual), ya sea porque comamos con el piloto automático conectado o porque se nos cierre el apetito o porque empezamos a comer alimentos distintos a los habituales.

Sistema inmunológico

Luchar contra el estrés puede provocar que nuestro sistema inmunológico comience a tener problemas y seamos más propensos a la tos, a los resfriados y los problemas estomacales (de digestión, acidez de estómago, reflujos, etc.). Experimentar factores estresantes durante un período prolongado de tiempo puede derivar en un agotamiento a largo plazo; porque a medida que el sistema nervioso autónomo continúa desencadenando reacciones físicas, causa un desgaste en el cuerpo.

Tensión arterial

Otro efecto muy común que puede tener el estrés que sufrimos en Navidad es el de un aumento de la presión arterial. El aumento constante y continuo de la frecuencia cardíaca y los niveles elevados de hormonas del estrés y de la presión arterial pueden incrementar el riesgo de hipertensión, así como provocar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. De hecho, el estrés es un factor de riesgo cardíaco ya que puede generar problemas para el corazón y los vasos sanguíneos, como indica la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon).

Alimentación

También el tipo de alimentación que llevamos puede ayudar a hacer que nuestros niveles de estrés aumenten. En este sentido, algunos de los alimentos más estresantes que solemos tomar de manera regular son los azucarados o los que contienen edulcorantes artificiales (aspartamo, acesulfame-K, la sacarina, etc.). Estos últimos pueden desencadenar adicciones, ya que se produce una reprogramación de las papilas gustativas que hace que necesites tomar alimentos cada vez más dulces para calmar la demanda de azúcar. De modo que, si eso es lo que notas, puede ser una buena idea decantarse por sustitutos naturales del azúcar.

Por último, tanto si organizas una comida en tu casa, como si acudes a la de un familiar, la mejor manera de disfrutar del momento y hacer que disfruten los demás es encontrándote bien. En estos días es importante dormir lo suficiente, cuidar tu alimentación evitando los excesos y mantener una rutina de ejercicios y actividades.

Sobre el autor:

Toni Esteve

Toni Esteve es redactor especializado en temas de economía y consumo.

… saber más sobre el autor