Hace poco más de una semana, apareció un gigantesco socavón en el municipio Juan C. Bonilla, ubicado en el estado de Puebla, México. Los vecinos observaron atónitos cómo la tierra se desprendía hasta formar un agujero cuyo diámetro ha pasado de 5 a 100 en tan solo unos días. Los geólogos, expertos en hidrología y técnicos de diversos departamentos del estado y del gobierno mexicano continúan estudiado las causas del hundimiento del terreno.
El lugar fue declarado zona de peligro y se encuentra acordonado. Varios vecinos captaron con sus cámaras este deslizamiento de la tierra y lo compartieron por redes sociales.
El agujero sigue creciendo y ahora registra hundimientos en su interior que han obligado al gobierno estatal a aumentar el perímetro de seguridad a 630 metros con el fin de minimizar los riesgos, según informa el diario mexicano Milenio.
"Es un asunto de enorme riesgo. Le digo a los poblanos y a la gente de la región que vamos a estar pendientes de que no haya tragedias humanas. Es una falla geológica que hay que atender con mucho cuidado, con técnica y con todas las prevenciones y lo estamos haciendo", comentó este lunes el gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa.
Por su parte, el servicio de Protección Civil de México (@CNPC_MX) señaló que el origen del hoyo podría estar en los flujos subterráneos de agua y en la baja resistencia del suelo. A su vez, los vecinos y agricultores de las zonas afectadas consideran que se debe a una sobreexplotación de los acuíferos de alrededor ocasionada por las factorías industriales.
Tal y como informa Milenio, la peor parte se la ha llevado la familia Sánchez Xalamihua que tenía su vivienda en el mismo lugar que la falla geológica y que, con el paso de los días, ha observado cómo su hogar se ha visto severamente afectado llegando a derrumbarse gran parte del mismo.
A pesar de esto, junto con los 'memes' que se están haciendo en las redes, este lugar se ha convertido en un punto de atracción turística, donde comerciantes acuden a vender sus productos a los curiosos que se acercan a contemplarlo e, incluso, el transporte público ha incorporado una salida directa hacia el fenómeno.