Lucas lleva 18 años viviendo en una alcantarilla de 2 metros cuadrados en Bogotá, Colombia. La historia de este hombre sin hogar se dio a conocer a finales de año cuando el youtuber Thomas Pérez, publicó un vídeo contando su historia: "Este cuarto está herméticamente cerrado, es como una olla a presión, como un camarote de un submarino", bromeaba el propio Lucas.
"Lo encontré por el sistema de desagüe de la inundación, cuando una vez se inundó. Parecía una cascada y yo vi que entró agua. Vi que esto estaba de barro, entré, limpié y encontré un cuarto. Primero dormí en el piso (suelo)", le explicó Lucas.
El hombre se refiere a este lugar, "patrimonio", y de hecho, lo ha acondicionado con tablas y espumas para poder descansar: "Se puede dormir con un poco de paciencia. Me pongo unos tapones, y así me da igual si alguien intenta hacer ruido para molestarme".
Un lugar con poco oxígeno
Al compartir la historia, Pérez destacó que lejos de lo que se puede pensar, la alcantarilla no olía mal. Eso sí, los problemas a los que se enfrenta Lucas son mucho más graves que una cuestión de olor: El peor recuerdo es haber vivido con las ratas. Se me comían todo, rompían todo. Los zapatos, las cobijas...", reconoció.
Además de los animales, la falta de oxígeno y que el lugar mide apenas dos metros cuadrados es otro de sus mayores problemas.
Los medios locales aseguran que a pesar de que las autoridades colombianas le han pedido en dos ocasiones que abandone el lugar, Lucas no lo ha hecho porque asegura que la propiedad de la alcantarilla no es del gobierno, sino de una empresa de telecomunicaciones. Y los vecinos de la zona, lejos de querer que se vaya, le transmiten su apoyo y cariño.