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La Organización Mundial de la Salud (OMS), con el apoyo del Grupo Consultivo Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) y su Grupo de Trabajo sobre Vacunas COVID-19, ha apuntado que la infección por ómicron ofrece una "protección limitada" frente a la reinfección por sus subvariantes como BA.1 o BA.2.
En un nuevo documento, la OMS repasa la nueva evidencia científica sobre las crecientes tasas de seroprevalencia contra el SARS-CoV-2 en todo el mundo y las características y posibles beneficios de la inmunidad híbrida.
La inmunidad híbrida se define como la protección inmunitaria en personas que han recibido una o más dosis de una vacuna contra la COVID-19 y han experimentado al menos una infección por el SARS-CoV-2 antes o después del inicio de la vacunación.
Al respecto, el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas detalla que esta protección contra la gravedad de la COVID-19 debida a la infección y a la vacunación "es más sólida que la debida a la infección o a la vacunación sola". Aunque precisan que esta afirmación se basa en las infecciones con el virus original o las variantes anteriores a ómicron.
La OMS aclara que la duración de la protección de la inmunidad híbrida "aún no se ha caracterizado completamente", y tampoco "está claro si la inmunidad híbrida seguirá proporcionando una fuerte protección contra las nuevas variantes".
Independientemente de los antecedentes de la infección, recuerdan que lograr una alta cobertura vacunal "sigue siendo la principal prioridad". "Los países deben hacer hincapié en la necesidad urgente de cumplir este objetivo haciendo un llamamiento a la vacunación de todos los adultos, centrándose en los trabajadores sanitarios, las personas inmunodeprimidas y las personas de edad avanzada", insisten al respecto.
Por último, este grupo de expertos de la OMS resaltan que las dosis de refuerzo están vinculadas a una "mayor protección" contra la variante ómicron. "Los grupos prioritarios también deberían recibirlas", remachan.