Qué es la identidad autogestionada y por qué las grandes empresas la quieren instalada en tu móvil

Un grupo de grandes corporaciones españolas se unió en 2019 para poner en marcha Dalion, un proyecto para crear un sistema de identidad digital que aglutine nuestros datos personales y, a la vez, permita el acceso a ese paquete de datos (todos o una parte) a quien nos lo solicite. La idea es centralizar los datos y controlar quien tiene acceso ellos, ya que se supone que solo nosotros podremos modificar la información contenida en esa identidad digital.

Las empresas que hay detrás de este proyecto son Banco Santander, Bankia (@Bankia), BME, CaixaBank (@CABK_Responde), Inetum, Liberbank, Línea Directa Aseguradora, Mapfre (@MAPFRE_Atiende), Naturgy y Repsol), a las que se suma el consorcio español de blockchain Alastria (@Alastria_), puesto que el modelo de identidad digital autogestionada se desarrolla precisamente con tecnología blockchain. Estas corporaciones han anunciado recientemente que esperan que este sistema esté disponible en mayo de 2021.

La idea es que esa identidad digital “autogestionada” esté respaldada por las empresas que colaboran en el proyecto Dalion y almacenada en nuestro propio dispositivo móvil. De este modo, podremos decidir con quién compartimos esos datos en tiempo real "de forma rápida, sencilla y segura", para contratar cualquier servicio sin tener que rellenar tediosos formularios.

Adiós a rellenar formularios

De hecho, esta será una de las grandes ventajas de llevar encima esta identidad digital móvil: nos podríamos registrar automáticamente en plataformas y aplicaciones sin tener que introducir cada vez todos nuestros datos. Como los datos están validados previamente y respaldados por la grandes empresas, también podremos alquilar un coche, contratar un seguro, pedir un préstamo, darnos de alta en cualquier servicio que solicitemos con un fácil volcado de nuestra información.

La identidad digital autogestionada aporta la certeza de que la información es fiable y no ha sido alterada, gracias a la tecnología blockchain. Ahora, según sus promotores, "el reto es que tenga efectos legales equivalentes a los más avanzados procesos de validación de datos y autenticación actuales".

Esta tecnología también permite saber al usuario si su información ha sido descargada por el receptor, ya van quedando registrados todos los pasos: el envío, la recepción, la aprobación o revocación, una petición para borrar nuestros datos, etc. En definitiva, la idea es mejorar la experiencia de usuario a partir de las potencialidades de la identidad digital autogestionada y, de paso, dotar a los usuarios del control de sus datos personales

En un comunicado, las empresas que hay detrás del proyecto concluyen que "es un reto tecnológico que posicionará a España a la vanguardia de blockchain y la gestión de identidades, una cuestión fundamental en entornos digitales tanto para los usuarios como para las empresas. Además, esta solución permitirá combatir con mayor eficiencia los intentos de fraude y suplantación de identidad".