Manuela Martín
Transición Activa Fundación Ibercaja
VÍDEO: Cumple el deseo de su abuela de 100 años y le lleva de nuevo a ver el mar
Su nieta explica que nunca dudó en intentarlo, sin importar "los límites dictados por su edad"

La abuela de la italiana Valentina Curti recordaba con gran cariño las vacaciones de verano que pasaba con sus hijas. Eso le hizo querer volver a ver el mar, un deseo que su nieta ha querido cumplir para ella, dejando momentos de los más emotivos que ha compartido a través de sus redes sociales.
"Hoy fue un día especial para mí. Con un gesto muy pequeño, cumplí el deseo de mi amada abuela y me gustaría compartir este momento con ustedes porque con su preciosa ayuda, me ayudaron a hacerla feliz", explica en su perfil de Facebook, donde ha compartido esta historia y algunos momentos de su escapada para ver el mar junto a su abuela Fiorella.
"Hace unos días se me acercó y me dijo que viendo unos videos y fotos de las vacaciones de verano de sus hijas, le gustaría mucho volver a ver el mar", también para nadar en él pues, explica, la ayuda con su dolor en las piernas y "la libera del peso de su edad".
Tras oír la petición de su abuela, hizo un llamamiento a través de la red social, donde recibió palabras de ánimo y algunos consejos que la ayudaron con su propósito para conseguir cumplir su deseo. Así, llegaron a la playa de Ostia, en Italia, "un lugar de infinitos recuerdos juveniles", cuenta. Finalmente, su abuela pudo bañarse de nuevo en el mar, y aunque el clima no fue el mejor, "la abuela no se detuvo ante ningún obstáculo", asegura.
Su abuela pudo, así, "revivir una experiencia que nos parece tan trivial pero que para ella significa vida, alegría, libertad, juventud" y volver a sentir la sensación de flotar en el agua, "disfrutando de esa ligereza en sus piernas que no sentía en mucho tiempo".
"Para mí es una emoción única. El sentimiento que me transmitió su fragilidad en el agua, como si fuera una niña en su primer baño, y su inmensa fuerza para superar los límites dictados por su edad, fue un ejemplo muy poderoso para mí. Nunca hubo un momento en el que ella dijo: No puedo hacerlo. Su deseo era más fuerte que cualquier prejuicio expresado al hablar de una persona de 100 años", explica Valentina.
"Cuánta emoción, esta abuelita es tan pequeña pero con gran corazón y coraje, me dio un regalo y qué ejemplo, estas generaciones pasadas, aún pueden ofrecer mucho más", destaca. "Quería compartir aquí esta sencilla historia para agradeceros y decirnos a cada uno de nosotros que no nos rindamos, cualquiera que sea tu viaje o tu dificultad, porque lo que realmente nos puede dar alegría son las pequeñas cosas que nos rodean, las experiencias vividas con el corazón, el amor de las personas que amamos".