
La vacuna contra el herpes zóster también reduce el riesgo de enfermedad cardiaca
Disminuye las probabilidades de sufrir insuficiencia cardiaca, ictus y patología coronaria

Relacionan el herpes zóster con mayor riesgo de deterioro cognitivo posterior
Un hallazgo inesperado: la vacuna contra el herpes zóster protege frente al alzhéimer
El herpes zóster (HZ) es el resultado de la reactivación del virus varicela-zóster (VVZ) latente, que se manifiesta como una erupción cutánea dolorosa, especialmente en personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como documenta un estudio del 'BMJ'.
La mayoría de los casos de HZ, aproximadamente dos tercios, se presentan en personas mayores de 49 años. La afección puede provocar complicaciones graves, como neuralgia posherpética y HZ oftálmico, que a menudo requieren hospitalización, y la morbilidad aumenta con la edad. Sin vacunación, se estima que el riesgo de desarrollar HZ a lo largo de la vida es del 30%, tal y como documentan los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta (los famosos CDC de EE.UU). Se sabe que las personas mayores de 65 años experimentan altas tasas de mortalidad por su culpa lo que subraya la importancia crucial de la vacunación en este grupo de población.
Dos vacunas contra el HZ, la vacuna viva contra el zóster y la vacuna recombinante contra el zóster, están autorizadas y se administran a nivel mundial a personas mayores de 49 años. Estudios previos han indicado la eficacia de ambas para prevenir el HZ, en particular la vacuna viva contra el herpes zóster ha demostrado su eficacia en personas con comorbilidades como cardiopatías, diabetes, enfermedades pulmonares y enfermedad renal crónica, como refiere un ensayo en 'The Lancet Healthy Longevity'.
Entre las diversas complicaciones asociadas con el herpes zóster, los eventos cardiovasculares se reconocen con frecuencia como posibles complicaciones de la infección. Se ha sugerido la asociación entre el ictus y los eventos cardiovasculares tras la infección por herpes zóster, lo que indica una posible asociación con el infarto agudo de miocardio Sin embargo, solo unos pocos estudios han sugerido que la vacuna viva contra el herpes zóster podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Con más de un millón de personas
Pero ahora llega una nueva investigación que constata que quienes reciben una vacuna contra el herpes zóster tienen un riesgo 23% menor de sufrir eventos cardiovasculares, incluidos accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria, según el estudio con más de un millón de personas que se ha publicado en el 'Eropean Heart Journal'-
El efecto protector de la vacuna dura hasta ocho años y es especialmente pronunciado en hombres, personas menores de 60 años y aquellas con estilos de vida poco saludables, como fumar, beber alcohol y ser inactivas.
El trabajo ha sido dirigido por el profesor Dong Keon Yon, de la Facultad de Medicina de la Universidad Kyung Hee, Seúl, Corea del Sur. En un comunicado ha afirmado: "El herpes zóster causa una erupción cutánea dolorosa y puede provocar complicaciones graves, especialmente en adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Además del sarpullido, el herpes zóster se ha relacionado con un mayor riesgo de problemas cardíacos, por lo que queríamos averiguar si vacunarse podría reducir este riesgo".
Incluyó a 1.271.922 personas de 50 años o más residentes en Corea del Sur. Los investigadores recopilaron datos, a partir de 2012, sobre si las personas habían recibido la vacuna contra la culebrilla y los combinaron con datos sobre su salud cardiovascular y otros factores que pueden influir en la salud, como la edad, el sexo, el nivel económico y el estilo de vida.
Vacuna viva
La vacuna era una vacuna viva contra el herpes zóster, lo que significa que contenía una forma debilitada del virus de la varicela zóster, causante de la culebrilla. En muchos países, este tipo de vacuna se está sustituyendo por una vacuna recombinante no viva, es decir, que contiene una proteína del virus de la varicela zóster. El estudio mostró que entre las personas que recibieron la vacuna, hubo un 23% menos de riesgo de eventos cardiovasculares en general, como hemos mencionado anteriormente, con un 26% menos de riesgo de eventos cardiovasculares mayores (un derrame cerebral, un ataque cardíaco o muerte por enfermedad cardíaca), un 26% menos de riesgo de insuficiencia cardíaca y un 22% menos de riesgo de enfermedad coronaria.

El efecto protector fue más fuerte en los dos o tres años posteriores a la administración de la vacuna, pero los investigadores descubrieron que la protección duró hasta ocho años. El profesor Yon ha insistido: "Nuestro estudio sugiere que la vacuna contra el herpes zóster podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, incluso en personas sin factores de riesgo conocidos. Esto significa que la vacunación podría ofrecer beneficios para la salud más allá de la prevención del herpes zóster".
"Existen varias razones por las que la vacuna contra el herpes zóster puede ayudar a reducir las enfermedades cardíacas. Una infección por herpes zóster puede causar daño a los vasos sanguíneos, inflamación y formación de coágulos que pueden derivar en enfermedades cardíacas. Al prevenir el herpes zóster, la vacunación puede reducir estos riesgos. Nuestro estudio halló mayores beneficios en personas más jóvenes, probablemente debido a una mejor respuesta inmunitaria, y en hombres, posiblemente debido a diferencias en la efectividad de la vacuna", ha documentado el investigador.
Y ha documentado: "Este es uno de los estudios más amplios y completos que ha seguido a una población general sana durante un período de hasta 12 años. Por primera vez, esto nos ha permitido examinar la asociación entre la vacunación contra el herpes zóster y 18 tipos diferentes de enfermedades cardiovasculares. Pudimos tener en cuenta otras afecciones de salud, factores de estilo de vida y nivel socioeconómico, lo que refuerza la solidez de nuestros hallazgos".
Sin embargo, dado que este estudio se basa en una cohorte asiática, es posible que los resultados no se apliquen a todas las poblaciones. Dado que la vacuna viva contra el herpes zóster no es adecuada para todos, se necesita más investigación sobre la vacuna recombinante. "Si bien realizamos un análisis riguroso, este estudio no establece una relación causal directa, por lo que se debe considerar el posible sesgo de otros factores subyacentes", ha referido el investigador.
El profesor Yon y sus colegas también planean estudiar el impacto de la vacuna recombinante para ver si tiene beneficios similares para reducir las enfermedades cardíacas