Hortalizas que protegen contra el cáncer de mama y próstata, según los expertos
Detectan una relación entre la ingesta de pigmentos vegetales y la incidencia de estas enfermedades
La Fundación Española de la Nutrición (FEN @FENnutricion), en su Informe de Estado de Situación sobre “Frutas y Hortalizas: Nutrición y Salud en la España del S. XXI”, se hace eco del estudio Women’s Health Initiative (WHI), que durante 8 años hizo un seguimiento a más de 90.000 mujeres postmenopáusicas. En este estudio se percibió una asociación positiva entre la ingesta de carotenos (pigmentos de origen vegetal) y el cáncer de mama, y también entre la vitamina C y esta enfermedad, aunque en menor medida.
Los carotenos están presentes en gran cantidad de hortalizas en la proporción que aprecia en el siguiente gráfico:
Fuente: FEN
La FEN recoge datos de otros estudios en los que se observó una relación inversa entre la ingesta de frutas y hortalizas y este cáncer en mujeres postmenopáusicas, y determinó que esta relación era particularmente evidente con las hortalizas de hoja verde y hortalizas con cantidades altas de carotenos como las mencionadas en el WHI. El mismo estudio especificó que las mujeres postmenopáusicas que consumían una mayor cantidad de licopeno (pigmento de color rojo propio de los tomates, pimientos y frutos semejantes) presentaban una incidencia un 34% inferior de cáncer de mama frente a las mujeres que consumían menos.
Además de los citados, otros estudios también indican que el licopeno puede tener efectos protectores en cánceres dependientes de hormonas sexuales como el cáncer de mama o el de próstata. Así, en el caso del cáncer de mama, los expertos determinaron que los carotenoides presentes en el tomate (entre ellos, el licopeno) impiden el crecimiento de este tumor. En cuanto al cáncer de próstata, el mismo estudio observó un menor riesgo de padecer la enfermedad al consumir tomate y brócoli frente al consumo individual de cada hortaliza. Según el estudio, este efecto merece recomendar dietas ricas en frutas y hortalizas de cara a la prevención de este tipo de cánceres, haciendo hincapié en el consumo de tomate.
Por otro lado, un estudio de Chajès et al. que analizó la relación de la nutrición en la prevención del cáncer de mama mencionó la importancia del folato (presente sobre todo en hortalizas de hoja verde) y otras vitaminas del grupo B en la prevención de esta enfermedad.
Además, el mismo año, otro estudio determinó que el folato dietético presentaba efectos protectores frente al cáncer de mama, sobre todo en mujeres con una ingesta de alcohol alta.
Finalmente, según el estudio EPIC, una dieta rica en fibra procedente de hortalizas ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama, llegando a una reducción del riesgo del 10% en las participantes que más hortalizas consumían. Así, se vuelve a subrayar la importancia de incluir este grupo de alimentos en la dieta para la prevención de este tipo de cáncer.
