Sociedad

La ola de calor deja más de 1.000 mayores muertos: "Es un verdadero problema de salud pública"

Laura Moro

Foto: Europa Press

Miércoles 20 de agosto de 2025

12 minutos

Representan el 97,13% del total de los fallecidos en agosto

La ola de calor deja más de 1.000 mayores muertos: "Es un verdadero problema de salud pública"
Laura Moro

Foto: Europa Press

Miércoles 20 de agosto de 2025

12 minutos

La ola de calor llega a su fin: comienzan a descender las temperaturas en el noroeste

 

La última ola de calor que hemos vivido este verano en España ha dejado 1.116 muertos mayores de 65 años, de los cuales 788 (70,60%) tenían más de 85 años.

Estas cifras representan el 97,13% de los fallecimientos registrados por altas temperaturas entre el 3 y el 18 de agosto de 2025 (1.149 muertes totales), según las estimaciones del sistema MoMo del Instituto Carlos III de Salud.

A pesar de que las temperaturas máximas ya han comenzado a descender, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) anunció el lunes 18 de agosto que todavía había 17 provincias en aviso rojo y naranja por calor. 

En concreto, estaban en nivel rojo Murcia y Alicante. Mientras, los avisos naranja se registraron en Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla (Andalucía); Ibiza, Formentera y Mallorca (Baleares) y Albacete.

2.529 mayores muertos desde el 15 de mayo

Esta alerta de la AEMET hace que sea previsible esperar un aumento de fallecidos por causas relacionadas con estas temperaturas, especialmente porque las consecuencias en términos de mortalidad de la ola de calor se siguen notando los días posteriores a su fin.

En esta línea, Mónica García, ministra de Sanidad, explicó en una entrevista en RNE que en esta época del año, el calor es uno de los factores de riesgo que "más impactan en el aumento de la mortalidad".

Y así lo demuestran los últimos datos registrados por MoMo: las cifras de mayores de 65 años fallecidos por el calor supera con creces la de años anteriores (ver la tabla de abajo), situándose este 2025 en 2.529 muertes desde el 15 de mayo, fecha que el Instituto de Salud Carlos III toma como punto de partida del periodo estival, y hasta este lunes 18 de agosto. Aunque eso sí, no alcanza los números de 2022, cuando fallecieron 4.446 mayores en la misma franja.

Estimación de muertes de personas mayores por causas relacionadas con el calor entre el 15 de mayo y el 18 de agosto, por año. Fuente: ISCIII. 

Pilar Serrano Gallardo, Presidenta de la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMaSaP) ha valorado estas cifras para 65YMÁS: "Como muestra el gráfico (de abajo), las muertes se han ido incrementando a medida que se iba avanzando en la ola de calor que se ha extendido a lo largo de todo este periodo, y que se ha dado por finalizada el 18 de agosto. Si comparamos las muertes atribuidas al calor entre el 15 de mayo y el 18 de agosto de 2024 con las de 2025 en el mismo periodo, han incrementado un 39,6% (1.811 en 2024 frente a 2.529 en 2025)", explica la experta.

muertes ola de calor agosto

Gráfico facilitado por Serrano.

 

Pero esto no es todo, Serrano da un paso más allá y, además del sistema MoMo, se fija en los datos del índice Kairós, que ayuda a predecir situaciones de exceso de mortalidad atribuibles a temperatura y que define tres niveles de riesgo de mortalidad:

  • Kairós 1: Sin riesgo, cuando la probabilidad de exceso de mortalidad atribuible a temperatura es inferior al 40%.
  • Kairós 2: Riesgo moderado, cuando la probabilidad de exceso mortalidad atribuible a temperatura está entre el 40% y el 60%.
  • Kairós 3: Riesgo alto, cuando la probabilidad de exceso de mortalidad atribuible a temperatura está por encima del 60%.

"En el gráfico (mapa, abajo) se ve la predicción de mortalidad atribuible a temperatura el martes 19 de agosto, para las personas de 65 y más años. En riesgo alto se encuentran Cáceres, Barcelona y Vizcaya, y en riesgo moderado Girona, Castellón, Navarra y Palencia".

riesgo mortalidad temperaturas

Gráfico facilitado por Serrano.

Llegamos tarde a la prevención

Por su parte, Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ha asegurado a 65YMÁS, al conocer estas cifras, que "estamos llegando tarde a una prevención que deberíamos haber iniciado hace un par de años. Este número de muertes, en muchos casos, podría haberse prevenido, ya que a la población frágil podemos controlarla de una forma diferente a lo que hacíamos hasta ahora".

Armenteros considera que "este número de muertes ya constituye un problema de salud pública y, como tal, debe tratarse a través de varias vías".

Lo que él propone es controlar a los pacientes crónicos con tratamientos concretos, entre otros, los hipotensores, diuréticos, antidiabéticos o fármacos para el sistema cardiovascular: "Previamente al verano deberíamos hablar con ellos y realizar controles periódicos de sus constantes, ya que el calor produce hipotensión y la dosis de hipotensor podría ser elevada; además, el calor provoca deshidratación y el uso de diuréticos podría contribuir a agravar la situación", comienza explicándonos.

Por otro lado, el experto cuenta que con el calor "se produce también pérdida de iones, sobre todo sodio y potasio, fundamentales para las conexiones nerviosas y para la conducción eléctrica del corazón. Si estos se reducen o se incrementan, podrían aparecer alteraciones como arritmias cardiovasculares, trastornos cognitivos o pérdida de conciencia".

Pero esto no es todo y órganos como el corazón y/o los riñones también son los grandes afectados de estas altas temperaturas: "La insuficiencia renal aguda es un proceso muy grave, al igual que el deterioro neurológico. Este daño es provocado por el estrés térmico, no por la radiación directa –que causaría un golpe de calor–, sino por un efecto más solapado, sibilino, de más difícil diagnóstico. Cuando logramos identificarlo, a veces ya es demasiado tarde".

Armenteros cree que para evitar este tipo de problemas es necesario explicar a la población, pero en especial a los grupos de riesgo, que el "daño no solo se produce por el calor directo, sino también por el calor continuado, de una forma más difícil de diagnosticar debido a que la sintomatología es más imprecisa e inespecífica. En ocasiones no encontramos el órgano afectado hasta que ya es tarde".

Entre las causas principales de estos problemas se encuentra la deshidratación: "La pérdida de agua e iones vitales para muchas funciones. Esto provocaría una alteración metabólica muy grave, con posterior fallo multiorgánico y, como consecuencia, la muerte".

Los mayores, muy vulnerables al calor

Lucía Martínez Manrique, vicepresidenta de la Asociación Madrileña de Salud Pública, explica a 65YMÁS que las personas mayores son más vulnerables al calor porque su capacidad de termorregulación disminuye con la edad, debido a factores como la redistribución de la grasa corporal, la reducción del flujo sanguíneo, el menor funcionamiento de las glándulas sudoríparas y la disminución de la sensación de sed, lo que incrementa el riesgo de deshidratación.

Además, y como precisa Serrano, "las personas mayores son muy vulnerables a las temperaturas extremas, dado que se une la vulnerabilidad biológica vinculada a la edad, la multimorbilidad que además conlleva tratamientos farmacológicos que también pueden conllevar riesgos con las temperaturas extremas, y cuestiones sociales que no son menores, como no tener viviendas adecuadas que no dispongan de aire acondicionado y no poder acceder a sitios más frescos por barreras arquitectónicas, no disponer de sistemas de apoyo para el cuidado que garanticen por ejemplo la adecuada hidratación junto con el seguimiento de las recomendaciones dadas por el sistema de salud y los diferentes servicios de salud".

A ello se suman factores sociales que agravan la situación: vivir en soledad, ser cuidador de una persona dependiente o contar con escaso apoyo social. También influyen las desigualdades relacionadas con los determinantes sociales de la salud, como el nivel socioeconómico bajo, las malas condiciones de vivienda o la pobreza energética.

En este sentido, Martínez Manrique subraya que "residir en los últimos pisos, carecer de medidas de aclimatación o de ascensor" aumenta aún más la exposición al riesgo.

Aumentan las consultas de mayores en centros de salud y Urgencias

EuropaPress 6152345 varias personas usan sombreros soportar altas temperaturas 10 agosto 2024

 

El calor, y más cuando es continuado, empeora el estado de salud de las personas vulnerables y con patologías crónicas, y eso se nota en Urgencias y centros de salud. Tal y como nos adelantaba recientemente la responsable de divulgación al ciudadano de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (@SEMES_), Rosa Pérez, este mes de agosto han observado un aumento de visitas por complicaciones de pacientes crónicos y síntomas relacionados con las altas temperaturas como golpes de calor o deshidratación.

Por su parte, Armenteros también apuntaba a que no solo en Urgencias se notan las consecuencias del calor, y los centros de salud han visto como aumentaban las consultas relacionadas con el calor: pacientes mayores que acuden por la "alteración que van sufriendo" en el organismo y en diferentes órganos, como el corazón, el sistema nervioso, el osteomuscular, el renal, etc., debido al "estrés térmico" continuado.

A esto, se une, tal y como nos comenta Armenteros, un reciente estudio del London College sobre el efecto procoagulante de las altas temperaturas: "En este caso, dichas condiciones podrían afectar a toda la población, aunque con mayor impacto en quienes están más expuestos al calor, como los trabajadores. Esto incrementa el riesgo de trombosis y de accidentes cerebrovasculares".

Para intentar paliar las consecuencias de las altas temperaturas y que el número de fallecidos por calor siga aumentando, Pérez cree que debemos ser solidarios con la gente de nuestro alrededor, especialmente si sabemos que están solos: "Si conocemos alguna vecina mayor que vive sola y que sabemos que no sale de casa, pues vayamos a visitarla, a preguntar cómo está, ofrezcamos algo fresco, recordemos que beba agua, que no salga al mediodía...", comentaba.

Armenteros completa esta lista de recomendaciones instando a poner más atención en la prevención "y la Atención Primaria ería fundamental para este trabajo. Sería conveniente establecer protocolos específicos para las épocas de calor, con pacientes localizados e informados, así como medidas preventivas y correctoras básicas. Algo tan sencillo como el concepto de hidratarse, que es muy diferente a beber únicamente cuando sentimos sed, puede marcar la diferencia".

Porque como recuerda el experto, aunque "todos conocemos las medidas de protección básicas frente al calor intenso, como evitar la radiación solar, protegerse del daño que esta produce y prevenir el golpe de calor. Sin embargo, debemos prestar atención a la causa que he explicado, ya que está produciendo un número de muertes incluso mayor que los propios golpes de calor".

Consejos para reducir el riesgo

EuropaPress 6120862 varias personas sientan sombra 30 julio 2024 madrid espana comunidad madrid

 

No obstante, si se siguen ciertos consejos, las personas mayores pueden disminuir la probabilidad de sufrir complicaciones: "Hay tres medidas fundamentales: protegerse del calor, reducir los riesgos y consultar con profesionales sanitarios ante síntomas que puedan alertar de un golpe de calor u otros efectos del calor en el organismo", señala Martínez.

La experta recomienda, además, aplicar todas aquellas medidas que reduzcan la exposición:

  • Permanecer en casa durante las horas más calurosas del día.

  • Ventilar en las horas más frescas y utilizar toldos y persianas para evitar el sobrecalentamiento de la vivienda.

  • Vestir con ropa holgada y fresca.

  • Usar gorra o sombrero, gafas de sol y protección solar para la piel al salir a la calle.

  • Optar por una alimentación fresca y saludable.

  • Evitar el consumo de alcohol.

  • Aumentar la ingesta de frutas y verduras.

  • Incrementar la hidratación.

  • Refrescar el cuerpo con paños húmedos o duchas para mitigar los efectos del calor.

La especialista subraya también la importancia de "mantener los medicamentos en un lugar seco, revisar los tratamientos crónicos y consultar con profesionales de la salud por si hubiera que realizar ajustes específicos durante el periodo estival".

"Otro elemento esencial es detectar precozmente los efectos del calor en el organismo, por lo que debe recurrirse a profesionales sanitarios ante situaciones de malestar, mareos o síntomas inespecíficos. Resulta especialmente crítico reconocer los signos del golpe de calor: temperatura corporal muy elevada (superior a 40°C), piel caliente, seca y enrojecida, sed intensa, dolor de cabeza, náuseas, somnolencia, así como episodios de confusión, pérdida de conciencia o convulsiones. En todos estos casos se debe solicitar urgentemente asistencia sanitaria", concluye Martínez.

Por último, Serrano finaliza diciendo que "en el contexto de emergencia climática que nos encontramos, no es previsible que las olas de calor vayan a disminuir, y por ende tampoco los impactos en la salud, especialmente en colectivos vulnerables. Por ello es crucial poner en marcha estrategias y planes con un enfoque preventivo multisectorial para que podamos prevenir estas muertes que en gran medida son evitables".

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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