Alimentación

Por qué no deberías comer las patatas a las que le han salido brotes

Ainhoa Gómez

Foto: BigStock

Sábado 17 de febrero de 2024

4 minutos

Contienen unos tóxicos que pueden provocar problemas gastrointestinales

Por qué no deberías comer las patatas a las que le han salido brotes (BigStock)
Ainhoa Gómez

Foto: BigStock

Sábado 17 de febrero de 2024

4 minutos

Las patatas son un alimento indispensable en la gastronomía española. Es rico en carbohidratos, por lo que aporta mucha energía, un 75% de su contenido es agua y es una gran fuente de potasio. Además, contienen vitaminas beneficiosas para la salud, como la C y la B6 (la encargada de generar adecuadamente glóbulos rojos y anticuerpos). Así pues, las patatas son nutritivas y versátiles, acompañan a muchas comidas y aportan otro tipo de sabores a los platos.

Aunque este tubérculo posea muchos beneficios para la salud, contienen un tipo de toxinas naturales llamadas glicoalcaloides, que si se ingieren en cantidades elevadas pueden ocasionar síntomas gastrointestinales. Hay mayor concentración en los brotes, en las partes más verdes y justo debajo de la piel de la patata.

Pero, ¿qué son los glicoalcaloides?

Los glicoalcaloides en realidad son una familia de compuestos. Su concentración depende de una serie de factores, como la variedad de la patata, la madurez y aspectos ambientales. Las concentraciones de glicoalcaloides son de 3 a 10 veces más grandes en la cáscara que en el interior. En la patata los más abundantes son la alfa-solanina y alfa-chaconina. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la ingestión de glicoalcoides de patata incluyen síntomas gastrointestinales como vómitos, diarrea y dolor abdominal, movimientos intestinales irregulares, diarrea, dolor de cabeza, confusión mental, enrojecimiento o rubor, confusión o fiebre.

 

Patatas con brotes, un riesgo para la salud que es mejor evitar (Big Stock)

 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que para evitar o reducir los tóxicos en las patatas se compren en cantidades razonables, solo lo que se vaya a usar en las siguientes semanas. Además de no adquirir aquellas que tengan zonas verdes o brotes, puesto que es donde se acumula más la solanina.

En casa se deben guardar en lugares secos, bien aireados y sin luz. Nunca en la nevera, el frío hace que aparezcan azúcares y que se estropeen. La Comunidad de Madrid aconseja hervir las patatas después de pelarlas, de esta manera se libera una gran parte de glicoalcoides en el agua, disminuyendo su contenido una tercera parte. 

¿Se debe tirar una patata con brotes?

En cualquiera de los casos, se deben eliminar los brotes. Pero, si este mismo es pequeño, solo habría que quitarlo tanto como se pueda y la patata seguirá siendo comestible, aunque puede que tenga cierto sabor dulce a la hora de cocinar.

Por otro lado, si la patata está arrugada o reblandecida, esto significará que la patata ha aportado todos sus nutrientes a los brotes. En ese caso es mejor tirarla.

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