Toca tirar de congelados: las mismas propiedades y mucho más baratos

La tendencia al alza de muchos alimentos sigue siendo un problema para los hogares. En el último año, la subida de los precios de los alimentos ha sido de un 16,5% interanual. El coste de ir a la compra es cada vez mayor, por lo que todo el mundo busca fórmulas para suavizar el impacto en nuestro bolsillo.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los congelados son una buena opción para ahorrar. Han llevado a cabo un estudio en abril sobre el precio de 20 alimentos y han encontrado una buena noticia: priorizando algunos productos congelados se puede reducir la cantidad final del ticket.

La organización ha recordado a los consumidores que la calidad nutricional de un congelado es la misma que la del alimento fresco. No obstante, ha insistido en la importancia de una buena selección del producto, evitando aquellos con escarcha encima, y del proceso de descongelación de algunos alimentos como el pollo o el pescado. Para llevarlo a cabo con seguridad, los expertos subrayan la importancia de hacerlo en un proceso de 12 horas en la nevera sobre una rejilla.

Verduras y pollo, los productos con más diferencia

Los productos en los que más se nota el ahorro al comprarlos congelados son las verduras, que pueden llegar a reducir su precio hasta un 44% de media. Además, dentro del grupo, hay notables diferencias. Por ejemplo, los guisantes congelados son hasta un 92% más baratos que si se compran frescos, una cifra que se reduce ligeramente en el caso de las judías verdes (71%) o las espinacas (57%).

OCU también ha constatado que otras verduras con el precio reducido en su versión congelada son el brócoli (44%), las habas (39%), las acelgas (27%), las alcachofas (15%) y la coliflor (6%).

Sin embargo, esta regla no es universal. Las patatas congeladas y cortadas son un 30% más caras, por lo que sale más económico pelarlas y trocearlas nosotros mismos. Además, también hay diferencias entre las marcas blancas de los supermercados: Alcampo, Mercadona y Aldi son las más baratas, frente a La Sirena o El Corte Inglés, que son las más caras.

En el caso del pollo, se puede conseguir un sensible ahorro de alrededor del 23% si se opta por los cuartos traseros congelados y el 22% para los jamoncitos. Las alitas congeladas es el producto que menos reduce su precio, con un 18%. Según OCU, la cadena más barata en este caso es Mercadona.

Sin embargo, para el pescado congelado el ahorro no está tan claro. Los filetes de merluza pueden reducir su precio un 38% de media, los de atún un 13% y el bacalao un 7%. Pese a todo, otros productos del mar, como las anillas de calamar, el gallo o el salmón, es más económico optar por la versión fresca.

Los precios del pescado son muy variables, tal y como advierte la organización, y la forma más eficaz para ahorrar es comparar. La temporada, el tipo de pesca y la especie serán factores determinantes del valor final.