
Cuidado con esta estafa relacionada con la declaración de la renta
Los delincuentes suplantan la identidad de la Agencia Tributaria

Como todos los años, la campaña del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se convierte en una herramienta para que los ciberdelincuentes puedan crear nuevas estrategias y quedarse con información privada y datos bancarios de sus víctimas.
Desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), que depende Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), han advertido sobre una nueva oleada de mensajes fraudulentos que suplantan la identidad de la Agencia Tributaria, con el objetivo de robar datos personales y bancarios a través de la técnica del smishing.
¿Cómo actúan los delincuentes?
Los estafadores envían mensajes de texto que parecen ser oficiales, informando sobre supuestos errores en la declaración de la renta o mencionando supuestas devoluciones de dinero. En estos mensajes se incluye un enlace que te dirige a una página web falsa, muy similar a la oficial, donde solicitan datos como nombre, apellidos y número de tarjeta bancaria.

Uno de los aspectos más peligrosos es que estos mensajes de texto falsos pueden aparecer mezclados con mensajes auténticos de Hacienda recibidos en años anteriores, lo que hace pensar a las víctimas que se trata de una comunicación oficial.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indican qué es lo que se debe hacer si alguien recibe este tipo de mensajes:
- No hagas clic en el enlace.
- Bloquea al destinatario y borra el mensaje.
- Si ya has entrado e incluido tus datos...
- Ponte en contacto con la entidad emisora de tu tarjeta,
- Guarda todas las pruebas que puedas del smishing, incluyendo los enlaces.
- Denuncia el engaño, no te lo calles: puedes acudir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y comunicar lo sucedido en el buzón de reporte de fraude del INCIBE.
Además, recuerdan que la Agencia Tributaria nunca solicitará datos personales por mensaje de texto o por correo electrónico. Es importante desconfiar de cualquier comunicación que tenga errores ortográficos o frases mal redactadas. Además, debes siempre revisar la dirección web antes de pinchar en algún enlace, para comprobar si es la oficial o no.