
No caigas en la trampa: guía rápida para detectar fraudes telefónicos
Las estafas bancarias continúan subiendo y las entidades financieras implementan nuevas estrategias

Cada día, miles de personas reciben llamadas de su banco como parte de su servicio habitual: confirmar una operación, agendar una entrevista o recordar la recogida de una tarjeta. Sin embargo, en medio de estas interacciones reales, también acechan los estafadores, dispuestos a suplantar la identidad de empleados bancarios con el fin de obtener información confidencial o incluso engañan a sus víctimas para que hagan operaciones bancarias a petición del estafador.
Vivimos en un contexto donde la sofisticación de las estafas bancarias continúa en aumento. Las entidades financieras implementan nuevas estrategias para prevenir a sus clientes en la identificación de técnicas fraudulentas, al tiempo que optimizan las medidas internas de seguridad para proteger los datos personales de sus clientes.
¿Cuáles son los fraudes más habituales?
Los ciberdelincuentes emplean diversas estrategias para ganarse la confianza de sus víctimas. Una de las más conocidas es el fraude telefónico o vishing. Uno de los mayores peligros de esta estafa es la gran capacidad de adaptación que tienen los delincuentes a la víctima, ya que pueden rebatir objeciones y ser muy persuasivos.
Otra de las más utilizadas es el Caller ID Spoofing, por el que los estafadores logran que parezca que están llamando desde el número oficial del banco.
Los delincuentes conocen de forma detallada el funcionamiento de la banca online, que hace que los clientes sean vulnerables a este tipo de engaño. Utilizan argumentos persuasivos, a menudo ofreciendo asistencia para cancelar un cargo fraudulento inexistente, con el objetivo final de obtener acceso a la cuenta bancaria del cliente.
El objetivo de estos estafadores es claro: obtener datos confidenciales y dinero. Pueden solicitar el número de la tarjeta bancaria o las claves de acceso a la banca online, pero en ocasiones van más allá.
Algunas víctimas han sido inducidas a realizar pagos ellas mismas, bajo el pretexto de corregir un error o recuperar un dinero sustraído, a través de métodos de pago inmediato como Bizum, transferencias o reintegros a través de cajeros automáticos.

Estrategias educativas y medidas de protección
Ante estas amenazas, CaixaBank sigue invirtiendo en la formación y prevención de sus clientes. La entidad nunca solicitará datos personales, usuarios, contraseñas o claves por ningún canal.
Asimismo, el banco aconseja a sus clientes que, ante cualquier llamada sospechosa, cuelguen de inmediato y contacten directamente con el servicio de atención al cliente, asegurando así la neutralización de potenciales intentos de fraude.
Por otra parte, CaixaBank refuerza la seguridad de sus operaciones en línea y fomenta el uso exclusivo de su sitio web y aplicación oficial para transacciones, subrayando la importancia de evitar hacer clic en enlaces dudosos en correos electrónicos o mensajes de texto que aparenten ser del banco y no descargar archivos adjuntos. Este enfoque no solo ayuda a prevenir el acceso no autorizado, sino que también contribuye a la seguridad general del cliente al utilizar plataformas digitales.
CaixaBank invierte de manera continua en seguridad para implementar tecnologías avanzadas que refuercen la protección de los datos de sus clientes y mitigar el impacto de las estafas.