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¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar la esponja?

Olga Selma

Foto: Bigstock

Lunes 5 de abril de 2021

3 minutos

Cambiaremos la esponja a las dos semanas o dos meses dependiendo del material y el uso que le demos

¿Cada cuánto debo cambiar la esponja?
Olga Selma

Foto: Bigstock

Lunes 5 de abril de 2021

3 minutos

Al lavar cualquier objeto con jabón, desinfectamos y neutralizamos la mayoría de los organismos y patógenos presentes en su superficie. También en el caso de las esponjas, pero el problema es que las dejamos en la ducha, húmedas y colgando, y pueden recolonizarse con la multiplicación de cualquier bacteria que esté presente cerca. La humedad de la esponja y el entorno de la ducha, así como el hecho de que estos objetos se utilizaron para eliminar las bacterias del cuerpo, los convierten en un caldo de cultivo ideal para las bacterias.

Si usamos una esponja de baño que está saturada de bacterias y no se ha limpiado adecuadamente, existe la posibilidad que nos cause una irritación o infección superficial en la piel.

bigstock Cada cuánto cambiar la esponja

Por ello, debemos estar atentos a las señales de advertencia de colonización bacteriana como un olor a humedad o un crecimiento visible de colonias, que pueden verse de color blanco-amarillo, marrón o negro en su apariencia.

Idealmente, para limpiar a fondo los accesorios de baño, podemos lavar las esponjas, pufs y esponjas vegetales con jabón antibacteriano o vinagre después de cada uso. Después de limpiarla, la colgaremos en un lugar fresco para que se seque por completo.

Además, debemos reemplazar los pufs de ducha y las esponjas vegetales con regularidad, dependiendo de la frecuencia con que los usemos, cada dos semanas si son esponjas naturales o cada dos meses si son sintéticas, dependiendo de la frecuencia de uso.

¿Y en la cocina?

En la cocina también debemos lavar y reemplazar las esponjas con frecuencia. Una vez al mes o una vez cada dos semanas, dependiendo de cuánto la usemos, además limpiaremos la esponja a diario puede evitar que se llene de gérmenes tan rápidamente. Empezando por remojar la esponja en agua, escurriéndola y luego colocandola en el microondas para secarla, sin quemarla. O sumergiendo la esponja en vinagre o lejía, llenando una taza con vinagre y remojando la esponja durante unos cinco minutos. 

Una opción para no perjudicar el medio ambiente con tantos residuos es optar por esponjas biodegradables o por una esponja de microfibra que dura más (hasta dos meses) ya que se seca más rápido, lo que le da a las bacterias menos tiempo para crecer.

Aunque un estudio publicado en la revista Scientific Reports recomienda reemplazar la esponja cada semana. 

 

 

Sobre el autor:

Olga Selma

Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.

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