Anna Blanco
Practicopedia
La forma más sencilla de limpiar las persianas sin desmontarlas
Llevar a cabo esta tarea no tiene porqué ser difícil o llevarnos un tiempo excesivo
Limpiar las persianas puede ser pesado y, según su ubicación, incluso puede ser complicado hacerlo, pero es importante dedicarles atención cada cierto tiempo para que el polvo que acumulan no sea un foco de alergias y, además, se conserven en perfecto estado durante mucho más tiempo. A continuación, repasamos una serie de consejos para que esta tarea sea más llevadera:
Ser constantes
Las persianas se ensucian muy rápido por lo que debemos ser constantes con su limpieza para que no acumulen mucha suciedad y limpiarlas no nos lleve mucho tiempo. Mejor dedicarles un rato cada dos semanas que tener que perder mucho tiempo y fuerzas si lo hacemos cada más tiempo.
Empezar de forma correcta
El primer paso a la hora de limpiar las persianas es cerrarlas y sacudir el polvo que se haya podido quedar incrustado con la ayuda de un cepillo suave. Puede sernos de gran utilidad el aspirador (ya sea el de casa o uno de mano) para aspirar y conseguir eliminar el polvo. Debemos usar el accesorio del cepillo y aspirar a través de los listones, no hacia arriba y hacia abajo.
Y para la parte exterior, también puede sernos útil para eliminar el polvo un plumero ya que evitamos que la suciedad se quede en nuestra casa. Es importante hacer este pequeño gesto siempre antes de aplicar cualquier producto de limpieza o jabón líquido y agua.
Un producto para cada tipo de persiana
El material de nuestras persianas es importante para elegir el producto o cómo limpiarlas. De esta manera, para las persianas de madera existen productos adecuados como las ceras o aceites o, incluso, nos puede ser útil un producto especial para el parquet. Además, no es aconsejable utilizar agua porque la madera tiende a deteriorarse fácilmente con la humedad.
Si nuestras persianas son de pvc o plástico, solo es necesario hacer limpiarlas con una mezcla de agua y jabón. Estos ingredientes permiten eliminar la suciedad y desinfectarlas. El vinagre blanco o el bicarbonato de sodio con agua también son buenas opciones para limpiar este tipo de persiana.
Para las persianas de metal, probablemente las más fáciles de limpiar, solo necesitamos un paño de algodón limpio humedecido y alcohol. Si no queremos utilizar alcohol también nos servirá vinagre blanco con limón.
Sin olvidarse de las correas
Es importante que también prestemos atención a la hora de limpiar a las correas de las persianas porque es fácil obviarlas y también acumulan polvo y suciedad. Solo tenemos que humedecer un paño con detergente jabonoso y frotar las correas con suavidad.