Alexandra Concepción Pérez-Mancebo
Practicopedia
El truco 'de abuela' que deja tus ollas como nuevas sin esfuerzo
La lija fina de agua, el método viral que devuelve el brillo al menaje quemado
Las ollas, sartenes y cazos suelen acumular con el uso manchas quemadas, cercos imposibles y sombras oscuras que no se van ni después de frotar durante minutos. En muchas casas parece una batalla perdida: por más que se limpien, el menaje acaba teniendo un aspecto permanentemente sucio. Sin embargo, un antiguo truco “de abuela” ha vuelto a ponerse de moda gracias a TikTok por lo efectivo y sencillo que es.
La protagonista del viral es Conchita Polo, zaragozana de 85 años y rostro habitual en redes de la marca Maximiliana. En uno de sus vídeos asegura conocer un truco que “solo saben los ferreteros y las abuelas” y que deja las piezas “relucientes y limpias” sin apenas esfuerzo.
El secreto consiste en usar lija fina de agua, la más suave, humedecerla bien y aplicarla sobre las zonas ennegrecidas o con restos de grasa quemada. Un gesto rápido, económico y sorprendentemente eficaz que, tal como muestra, devuelve el brillo original a las superficies metálicas.
Cómo funciona la técnica
La clave está en elegir una lija al agua de grano muy fino, utilizada normalmente para acabados delicados. Conchita recomienda mojarla antes de usarla: “La mojáis y la pasáis por lo que esté sucio”, explica mientras limpia suavemente el borde de un hornillo.
@maximiliana.es Este truco solo lo saben los ferreteros... y las abuelas!💚
♬ sonido original - Maximiliana
El agua actúa como lubricante y evita arañazos profundos, permitiendo eliminar la capa superficial de suciedad sin dañar el metal. El resultado es inmediato: las superficies recuperan su brillo y los bordes de las cazuelas -donde más se incrusta la suciedad- quedan como nuevos. Además, un solo pliego dura para muchos usos.
Dónde usarla y dónde no
Este truco funciona muy bien en ollas y cazos de acero inoxidable, fondos metálicos de sartenes y superficies externas oscurecidas por el calor. También es útil para bases quemadas o acumulaciones de grasa antigua.
No debe utilizarse en superficies antiadherentes (teflón o cerámica delicada), ya que incluso una lija fina podría dañarlas. Tampoco es recomendable para el aluminio muy blando sin tratamiento, donde podría dejar marcas.
Cuando se usa correctamente -siempre mojando la lija y frotando con suavidad- es una técnica segura para la mayoría de metales de cocina.
Por qué funciona tan bien
La eficacia del método reside en su equilibrio entre suavidad y precisión: la lija fina al agua elimina solo la capa superficial de suciedad, grasa quemada o manchas térmicas, sin necesidad de aplicar fuerza ni productos agresivos. Es un método rápido, controlado y especialmente útil para restos que no salen con esponjas o estropajos suaves.



