Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl dolor de pies asociado al uso de zapatos va muy ligado a la calidad del producto, del tipo de material con el que está fabricado y también, como no, de la sensibilidad del pie y otras afecciones y patologías como pueden ser artrosis, sabañones, uñas encarnadas, enfermedades de la piel, como hongos y psoriasis, etc.
De todas maneras, llevar zapatos no debería ser sinónimos de tortura. Te dejamos unos consejos y trucos para evitar el dolor de pies, las rozaduras, ampollas y llagas que pueden arruinarnos el día y el disfrute de cualquier acto social.
Con estos 13 trucos y consejos podrás minimizar ese dolor y cansancio que hace que al final del día solo quieras descalzarte.
Las tapas del tacón no son solo para proteger el tacón, también hacen que el pie se asiente bien en el piso. Mantenerlas en buen estado hará que, al caminar, tanto los pies como nuestros tobillos, rodillas, caderas y columna vertebral se mantengan equilibrados minimizando el riesgo de padecer dolor.
Llevar los pies todo el día en zapatos cerrados además de dolor y cansancio también hacen que los pies suden, se produzca humedad en el interior del zapato y que se desprendan malos olores. Para evitar estos olores y quitar la humedad, por la noche coloca unas bolsitas de té en el interior del zapato, d esta manera, al día siguiente tus pies se mantendrán cómodos y sin humedad que reblandezca la piel.
Si tus zapatos son nuevos y aún no han cogido la forma del pie y en general te aprietan un poco ponte unos calcetines gordos, porte los zapatos y caliéntalos con un secador para el cabello. De esta manera se amoldarán y cuando enfríen se habrán ensanchado un poco.
Si llevas zapatos con cordones, cambia regularmente la manera en que están dispuestos los cordones, así tus pies no se sentirán siempre prietos en las mismas zonas y se sentirán más cómodos.
Si acabas el día con mucho cansancio de pies, un baño de agua caliente con una infusión de manzanilla calmará el dolor. También puedes poner un puñadito de sal al agua y luego secarlos bien con la toalla e hidratarlos con una buena crema hidratante para pies
Los pies cansados pueden llegar a aumentar hasta media talla. Por este motivo cuando vayas a comprar un nuevo par procura hacerlo por la mañana.
El uso de tacos altos castiga mucho el dedo meñique del pie pues, aunque es el más pequeño, suele quedar también más apretado. Intenta reducir la altura del tacón, esto hará que este dedo se asiente mejor y el dolor disminuya.
Una opción para evitar las rozaduras son los protectores de silicona, evitarás que tus zapatos aprieten el dedo gordo y el dolor en los juanetes.
Sí, tiene una explicación. Cuando nos ponemos de puntillas, para aguantar el equilibrio los dedos de los pies suelen separarse, así se obtiene más estabilidad. Cuando llevas zapatos de tacón el efecto es el mismo que si estuvieras de puntillas con lo que tus dedos tenderán a separar. Esto hará que presionen en los laterales del zapato produciendo dolor. Si sujetas los dedos con una tira de esparadrapo se mantendrán firmes, los zapatos encajan mejor y evitarás presiones que pueden acabar en dolor o llagas.
Para evitar rozaduras que tarde o temprano acabaran en dolorosas llagas o en los casos de tener pies delicados que padecen de dolor, forrar con tela de algodón el interior del zapato o el lugar que produce la rozadura o presión hará que el calzado sea más soportable.
Reduce las rozaduras pasando un poco de desodorante en barra por las zonas de mayor contacto del pie con el zapato, así evitarás la fricción y no aparecerán ampollas.
Si estrenas zapatos y estos tiene suela de cuero, lijar la suela te ayudará a evitar resbalones indeseados. El papel de lija de grano grueso te lo hará más fácil.
Unas plantillas blandas y suaves harán que el pie quede bien ajustado dentro del zapato y a la vez pise más cómodo. Existen ene l mercado plantillas que se pueden recortar para hacerlas a la medida necesaria.