
Si tienes dos o más patologías crónicas, vigila tu salud mental
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Jueves 22 de mayo de 2025
ACTUALIZADO : Jueves 22 de mayo de 2025 a las 8:36 H
8 minutos
Un estudio desvela que los pacientes en estos casos tienen el doble de riesgo de depresión

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Se denomina multimorbilidad en el mundo de la ciencia a la aparición simultánea de dos o más enfermedades crónicas en una persona y, desafortunadamente, es cada vez más frecuente a medida que la población envejece y supone todo un desafío para los sistemas de salud de los países occidentales.
Y esta multimorbilidad es más frecuente con la edad, en mujeres y en personas de bajos recursos, como se destaca en estudios, como el de ‘Annals of Family Medicine’.
El estudio de la coexistencia de múltiples enfermedades crónicas en un mismo individuo tiene el potencial de aportar información para comprender la causalidad de las enfermedades y respaldar la planificación de los servicios de salud y atención actuales y futuros.
La depresión afecta aproximadamente al 6% de las personas en todo el mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como una de las enfermedades más onerosas. La ciencia tiene en la balanza suficientes pruebas de que la depresión coexiste con otros trastornos de salud mental, y varios estudios actualmente en curso apuntan a identificar posibles mecanismos compartidos. Sin embargo, ensayos previos también han encontrado que la depresión es más común en personas con enfermedades físicas crónicas particulares, como enfermedad cardiovascular (ECV), esclerosis múltiple y enfermedad inflamatoria intestinal.
'Alteración biográfica'
La mala salud física puede causar depresión porque crea perturbaciones psicológicas a través de una ‘alteración biográfica’ que amenaza el sentido de identidad, o debido al impacto en la función física o social. Alternativamente, las condiciones físicas pueden causar depresión a través de procesos biológicos intermedios, como la inflamación en cuyo caso podríamos esperar que diferentes combinaciones o patrones de condiciones físicas se asocian con más fuerza al trastorno por salud mental mencionado.
Ahora llega una nueva investigación, publicada en 'Nature Communications Medicine', que confirma que las personas con múltiples problemas de salud física a largo plazo tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión. Los investigadores, de la Universidad de Edimburgo (Escocia), descubrieron que algunas combinaciones de enfermedades, en particular las cardiometabólicas, como la diabetes y las enfermedades cardíacas, podrían duplicar la probabilidad de un futuro diagnóstico de depresión.
Los expertos afirman que, dado que la multimorbilidad continúa ejerciendo presión sobre un sistema de salud que ya está sobrecargado, los hallazgos resaltan la necesidad de modelos de atención integrados que aborden tanto la salud mental como la física.
De 37 a 73 años
Los científicos utilizaron datos de más de 142.000 personas en el estudio Biobanco del Reino Unido para examinar cómo las enfermedades físicas interactúan para influir en el riesgo de depresión, una afección que a menudo no se diagnostica en personas que padecen enfermedades físicas a largo plazo. Los participantes tenían entre 37 y 73 años y presentaban al menos una afección física crónica, pero no tenían antecedentes de depresión.
Los científicos utilizaron técnicas de agrupamiento estadístico para 'unir' a los individuos según sus perfiles de enfermedades físicas y rastrearon cómo estos grupos se relacionaban con diagnósticos posteriores de depresión. Un grupo, que incluía a personas con las tasas más altas de enfermedades físicas, también mostró el mayor riesgo de desarrollar depresión. Este grupo no presentaba una enfermedad predominante, sino una compleja combinación de problemas.
También se observó un alto riesgo en personas con enfermedades cardíacas y diabetes, al igual que en quienes padecían enfermedades pulmonares crónicas, como asma o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Las enfermedades hepáticas e intestinales también mostraron una relación significativa con la depresión, tanto en hombres como en mujeres.
En las mujeres
Las mujeres con problemas en las articulaciones y los huesos, como la artritis, se vieron particularmente afectadas, pero este patrón no fue tan prominente entre los hombres. En los grupos de mayor riesgo, aproximadamente una de cada 12 personas desarrolló depresión durante los siguientes 10 años, en comparación con aproximadamente una de cada 25 personas sin afecciones físicas.

Si bien la carga biológica de la enfermedad puede influir, los investigadores dicen que los factores sociales y sistémicos también podrían ayudar a explicar por qué la multimorbilidad física conduce a peores resultados en materia de salud mental.
Lauren DeLong, autora principal y estudiante de doctorado en la Facultad de Informática de la Universidad de Edimburgo, ha afirmado en un comunicado: "Observamos una clara asociación entre las afecciones físicas y el desarrollo de la depresión, pero este estudio es solo el comienzo. Esperamos que nuestros hallazgos inspiren a otros investigadores a investigar y desentrañar los vínculos entre las afecciones físicas y mentales".
Bruce Guthrie, profesor de Medicina General en el Centro de Investigación de Cuidados Avanzados de la Universidad de Edimburgo, ha insistido: "El sistema sanitario a menudo trata la salud física y la mental como cosas completamente diferentes, pero este estudio demuestra que necesitamos mejorar la anticipación y el manejo de la depresión en personas con enfermedades físicas".
El profesor Mike Lewis, Director Científico de Innovación del NIHR, ha sentenciado: "Aprovechar el poder de los datos para comprender el impacto de las enfermedades crónicas transformará la forma en que tratamos a los pacientes en el futuro. La investigación del NIHR en esta área ayuda a obtener una visión completa de lo que enfrentan los pacientes, en lugar de centrarse únicamente en una afección de salud a la vez".