Teresa Rey
Deporte para mayores
Recomendaciones para las personas mayores que quieran practicar el retro-running
Hay que empezar de forma paulatina y sobre superficies planas para evitar caídas y traumatismos
Correr descalzo, el jogging, el footing, el plogging… todos son modalidades del mismo tipo de ejercicio, y dentro de esta gran variedad hay otra a la que también nos podemos apuntar: el retro-running o correr hacia atrás. Sin embargo, es necesario seguir unas recomendaciones en especial si somos mayores, pues si bien esta práctica tiene sus aspectos positivos, el hecho de correr hacia atrás puede ser peligroso si no cumplimos unas indicaciones.
Sus ventajas
Cuando corremos hacia atrás los tendones y rodillas no reciben el impacto del mismo modo. Se trabajan otros músculos de forma más intensa como los gemelos, el bíceps femoral y el glúteo medio. El empuje es lo que hace que este grupo se ejercite más aunque en la carrera convencional también se fortalecen, solo que de otro modo.
Algunos estudios aseguran que al hacer un movimiento antinatural el sobreesfuerzo es mayor, de modo que se tiende a gastar más colorías, y a la vez se incrementa el consumo de oxígeno y el ritmo cardíaco, algo que deben tener en cuenta las personas mayores.
También se apunta que con esta práctica se mejora el equilibrio y la coordinación, algo que al principio cuesta debido a la dificultad que implica correr hacia atrás.
Para beneficiarse del retro-running es necesario tener una buena técnica como ocurre con todas las prácticas deportivas. Por ello, al empezar hay que inclinarse ligeramente hacia atrás pero sin curvar la espalda y los brazos deben ir ligeramente flexionados, sin pegarlos mucho al tronco. La cabeza siempre ha de ir erguida, pero nunca tensa para evitar molestias en las cervicales.
Precauciones
Con esta modalidad hay que tener mucha precaución porque al correr de este modo no vemos lo que tenemos detrás, de modo que es muy fácil caerse. Lo ideal, por tanto, es practicar esta disciplina en pistas de atletismo o en lugares que ya conozcamos que sean espaciosos, planos y que no tengan ningún obstáculo. Las personas mayores que deseen probarla pueden ir con un acompañante para minimizar posibles contratiempos.
Otro aspecto negativo es la tendencia a mover el cuello y mirar atrás de forma continua, de modo que se pueden contracturar o lesionar las cervicales.
Al principio, se puede empezar de forma progresiva andando cinco minutos hacia atrás y corriendo otros cinco, de modo que haya una alternancia para ir acomodando el cuerpo. Del mismo modo, podemos practicar la carrera convencional y el retro-running de forma alterna para beneficiarnos de ambos.