Foto:
CGT Andalucía/Asociacion de Vecinos de Bobadilla
Viernes 1 de abril de 2022
7 minutos
La atención que prestan los bancos a las personas mayores sigue en el punto de mira después de que se haya conseguido algo por lo que se llevaba años luchando: lograr un trato más humano. Y esto es precisamente lo que los vecinos de Bobadilla-Estación, en Málaga, reclaman al ver que la única sucursal bancaria con la que cuentan en la localidad corre el peligro de desaparecer, dejándoles con la única alternativa de tener que desplazarse 18 kilómetros para poder realizar cualquier gestión bancaria.
Para tratar de evitarlo, varios vecinos del municipio, en su mayoría personas mayores, junto a CGT Andalucía y algunas asociaciones de vecinos, protestaron frente a la sucursal de Unicaja el pasado 18 de marzo.
Desde CGT Andalucía (@CGTAndalucia), Miguel Montenegro explica a 65YMÁS que son 11 pueblos de la provincia de Málaga los que se han quedado sin ninguna entidad bancaria. En el caso de Bobadilla-Estación, la más cercana se encuentra a 18 kilómetros, en Antequera, donde se realizó el pasado martes 29 de marzo un encierro en la sucursal de Unicaja.
En concreto, un grupo de personas pertenecientes a la AVV de Bobadilla- Estación y del sindicato CGT Andalucía se congregaron en dicha oficina para "visibilizar la situación de abandono a la que se ven expuestos los y las habitantes del Medio Rural andaluz, personas que ven como, día a día, se les niega el acceso a un transporte público digno, a una servicios públicos suficientes, y por si con éso no fuese bastante, a los servicios bancarios necesarios para su subsistencia".
Esta situación ha provocado para muchos usuarios, que han sido "traspasados" a Antequera, complicaciones tales como no poder desplazarse a la localidad, lo cual "supone claramente negar el acceso a su dinero de miles de usuarios".
"Lo que no se puede hacer es la canallada que ha hecho Unicaja con los pueblos, porque no tiene sentido ninguno. Se han lucrado de nuestro dinero toda la vida y ahora, de repente, cierran porque, según ellos, no les da beneficios", denuncia María del Carmen Berrocal Rodríguez, presidenta de la Asociacion de Vecinos de Bobadilla.
"Decisiones de este tipo están empujando a que los pueblos se sigan despoblando"
"Hemos intentado buscar una vía de interlocución con Unicaja para que desistieran, o mejor dicho, que repusieran a la persona que trabajaba allí y atendía al publico", explica Miguel. "Estamos hablando, fundamentalmente, de personas mayores a para las que la brecha digital es algo muy importante. El cajero que han dejado allí no solo está averiado, sino que solo permite operaciones de extracción de dinero, y no sabemos tampoco la periodicidad de la reposición de efectivo".
Miguel señala que en Bobadilla "llueve sobre mojado", ya que no solo retiraron el servicio de correos hace un par de años, sino también el autobús publico. "No hay trenes, no hay ninguna comunicación de transporte publico con Antequera... Lo único que queda son taxis o vehículos particulares". Esto supone que, para aquellos que no cuenten con estas dos únicas opciones de transporte, se ven sin la posibilidad de realizar ninguna operación bancaria.
"Es un verdadero problema", señalan Miguel, que define esta situación como una "aberracción". "Estamos cansados de oír desde la clase política que se está luchando contra el cambio climático y la despoblación del medio rural, y al mismo tiempo vemos cómo decisiones de este tipo están empujando a que los pueblos se sigan despoblando, que la gente no pueda tener los servicios básicos".
¿Qué pasará después? Esto es lo que se preguntan los vecinos de Bobadilla: "¿Qué pasará con el centro de salud o la escuela, lo quitarán también?".
Carmen asegura que los vecinos y el pueblo "están luchando por su oficina". "Luchamos por lo que necesitamos, porque no podemos permitir que se abandone de esta forma a los pueblos. Los mayores tienen miedo", admite. "El otro día, un hombre se tuvo que recorrer con su hija tres pueblos, y ninguno les atendió porque no pertenecían a esos pueblos. Fueron a Antequera el día del encierro, se gastaron 50 euros en un taxi, y no pudieron resolver el problema, porque no había papel en el cajero. Si eso es normal... Por eso, los pueblos se van a levantar y van a decir basta. Ya basta. Ya estamos cansados, no podemos más".
Seguirán protestando
Miguel explica que la sensación generalizada es de "desprotección y desánimo" al ver que nadie hace nada. Pero señala que tienen una asociación de vecinos bastante activa y que se está "peleando contra esta arbitrariedad y estos abusos de derechos". "El cabreo es inmenso", asegura.
"Pagamos los mismos impuestos que cualquier ciudad, por tanto tenemos los mismo derechos. No pedimos mucho". Carmen señala que esto es algo que también ocurre en las ciudades, pero en los pueblos es más grave "porque, en el fondo, en las ciudades hay de todo, pero a nosotros si nos quitan esto, no tenemos nada".
Hace unos días, desde el Ayuntamiento se "alababa" el trabajo de Unicaja, "importándoles muy poco los vecinos de Bobadilla", explican desde CGT Andalucía, y añadían que tienen el conocimiento de que el tema ha llegado a la Diputación de Málaga. "Hay peligro de que se haga una declaración institucional exigiendo a Unicaja que reponga la atención al público en estas oficinas".
"Es una situación desoladora, los vecinos están abrumados por todo esto, y es un ejemplo claro de cómo se sigue desmantelando el medio rural, cómo se sigue empujando a la gente al abandono de los pueblos al privarles de los servicios mínimos básicos", denuncia Miguel, que también ponía el ejemplo de Socorro, una mujer mayor que participó en el encierro del pasado martes en Antequera.
"Contaba que tiene que esperar a que venga su hijo, cuando puede, para que la visita, en lugar de ser una visita familiar, sea para acompañarla a Antequera, para que pueda hacer las gestiones bancarias".
Desde AGT Andalucía aseguran que las protestas seguirán, por su parte y la de los vecinos también. "Vamos a poner en marcha, donde los vecinos quieran, nuevas situaciones de apoyo con actos similares para poder seguir denunciando esta situación. No sabemos dónde será la próxima, si en Antequera o en otra comarca afectada, pero volveremos en breve a hacer otra acción para seguir llamando la atención y seguir denunciando esta atrocidad que se produce fundamentalmente hacia las personas mayores, que son víctimas no solo de la brecha digital sino también del maltrato social que se les está dispensando, dejándolos en la más absoluta indefensión".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.