Dentro de amplia cartera de productos financieros que ofrecen los bancos en la actualidad, las soluciones de financiación más comunes entre los usuarios siguen siendo el préstamo y el crédito. Estos dos productos a menudo se confunden, utilizándose de manera habitual como sinónimos, pero no lo son.
La diferencia más significativa está probablemente en la forma en la que podemos disponer del dinero en cada uno de ellos. Con el préstamo recibimos todo el capital en un solo ingreso en nuestra cuenta, y en el crédito podemos ir disponiendo de un límite de capital a medida que lo vamos necesitando.
Eso sí, en ambos casos debemos devolverlo, sumándole los intereses pertinentes.
Un préstamo es aquella operación financiera en la que una entidad o persona entrega otra una cantidad de dinero. Este préstamo se hace con la condición de que sea devuelto junto con los intereses pactados en un plazo determinado.
La devolución, o amortización, del préstamo se realiza a través de cuotas regulares, que suelen ser mensuales, a lo largo del plazo establecido. Esto quiere decir que en el momento del acuerdo del préstamo ya sabemos de qué cantidad vamos a disponer, la cuantía total que debemos devolver (los intereses se cobran sobre el total del dinero prestado), y el plazo en el que debemos devolverla.
Un crédito, sin embargo, es la cantidad de dinero, con un límite fijado, que una entidad pone a disposición de un cliente, para que disponga de ella según sus necesidades. Y puede hacerlo a través de diferentes herramientas, ya sea una cuenta corriente o una tarjeta de crédito. Con este producto, la entidad bancaria irá haciendo entregas de dinero a petición del cliente, siempre y cuando no se sobrepase el límite pactado o aprobado por el banco.
Por norma general, sólo se pagarán intereses por el dinero dispuesto. Y a medida que devuelve el dinero podrá seguir disponiendo de más, sin pasarse del límite.
Por lo tanto, préstamo y crédito son similares en cuanto a que en ambos casos se presta dinero al cliente. Pero sus diferencias ganan en número.
A continuación, hacemos un resumen de las principales: