Edward Palmer, creador del sistema sueco de pensiones, apuesta por exportar su modelo a España
En un momento en el que la mayoría de expertos recomiendan cambiar el modelo de pensiones, ya sea para darle un papel más importante al sector privado o al contrario, 65Ymás ha conversado con el catedrático de economía de la Universidad CEU San Pablo (@USPCEU) y profesor del IE Business School (@IEbusiness), Rafael Pampillón, sobre cuál es, en su opinión, el modelo al que debemos transitar para que las futuras generaciones puedan jubilarse dignamente.
"Actualmente, nuestro sistema se caracteriza por una tasa de reposición muy alta, es decir, así como un alemán cobra el 50% de su sueldo, en nuestro país, se percibe el 80%. El gasto es muy elevado y, además, los que se jubilan ahora tienen pensiones más altas, porque han tenido un sueldo superior", explica Pampillón. Por ello, el economista propone implantar el modelo sueco en nuestro país. "Las pensiones tienen que ser justas, suficientes y sostenibles y el sistema de Suecia es el que más favorece que se puedan cumplir estos principios", sostiene.
El modelo sueco
En cuanto a su funcionamiento, éste consta de "cuatro pilares". El primero de ellos, es un "sistema de reparto", pagado por la Seguridad Social y que "depende de las aportaciones de cada uno". Un modelo similar al español, "pero cuyos ingresos deberían ser iguales a los gastos", para asegurar su sostenibilidad.
Por otra parte, a este pilar se le suma un segundo: "el sistema de capitalización obligatoria", un mecanismo mediante el cual el trabajador decide dónde invierte un monto fijo mensual. Y, para complementar la pensión pública y privada, estaría la tercera "pata" del modelo, que se compone del ahorro de las personas, es decir, "los planes de pensiones".
Por último, el sistema sueco cuenta con una cuarto pilar, pensado para "luchar contra la pobreza", consistente en "pensiones no contributivas mínimas" para las personas que se hayan "tenido una vida laboral complicada". Así, según el experto, la importación de este modelo basado en estos cuatro pilares ayudaría, además de a la sostenibilidad del sistema, a fomentar el ahorro y subir los tipos que, actualmente, "son muy bajos".
¿Cómo se debe hacer la transición de un modelo a otro?
"Para hacer efectivo este cambio hace falta un acuerdo del Pacto de Toledo", apunta el experto. Asimismo, si se opta por este nuevo sistema, sólo se podría aplicar, según Pampillón, para personas de menos de 40-50 años, puesto que, en el caso de los mayores, "sería más complicado, ya que tienen derecho adquiridos".
Por esta razón, habría que explicarles, en opinión del experto, a las personas que se van a jubilar dentro de 10 o 15 años "que el sistema no es sostenible y que es una barbaridad subir las pensiones con respecto al IPC". "Hay que mantener el sistema aprobado en 2013 en el que se calculaban las pensiones respecto a unos índices con variables como la esperanza de vida", propone.
Además, Pampillón entiende que es necesario un cambio en la cultura económica del país para que los contribuyentes puedan inviertir con conocimiento e información. "Se está poniendo mucho esfuerzo en la formación en temas financieros de la gente mayor y de menor edad. Es necesario que sean capaces de entender los activos para que puedan elegir entre fondos más conservadores o agrevisos", sostiene. Y, para lograrlo, el economista piensa que los extrabajadores del sector bancario que se suelen jubilar a una edad temprana podrían ser los candidatos ideales para instruir a las nuevas generaciones, puesto que conocen bien el producto.
Soluciones complementarias
De igual manera, según el experto, una medida que positiva para conseguir una mayor sostenibilidad del sistema, y que ha dado buenos resultados en otros países, es el fomento de la natalidad. No obstante, el economista matiza que en España sería demasiado tarde para aplicarlo, al menos si se quieren garantizar las pensiones de las personas que se van a jubilar en los próximos años. "En Francia hubo el interés, hace tiempo, de que hubiera un base amplia que cotizase, por lo que se introdujeron subvenciones a las familias", señala. Algo que hace que, hoy, el modelo de "reparto" sea sostenible.
Por otro lado, Pampillón sostiene que la inmigración puede también ayudar al mantenimiento del sistema, aunque "no soluciona completamente el problema". A su parecer, es evidente que "en nuestro país falta de mano de obra cualificada, ya que tenemos una esquizofrenia entre las vacantes y los parados, y habría que atraer a gente con alto nivel formativo". "La inmigración resuelve, siempre y cuando pueda tener una ubicación profesional", añade.
Finalmente, si hay algo que ayudaría a sostener el sistema público de pensiones es, según el experto, que aumente la productividad. "Gracias a esto se podrían aumentar los ingresos, la empleabilidad y se pagarían más impuestos", asegura.
'Dead line'
"La fecha límite para cambiar el modelo de pensiones es ya mismo. Sino, es una bomba de relojería a la que ya han dado cuerda", avisa el economista. De esta manera, si no se hace nada, el economista entiende que el sistema se volverá "inviable" y "habrá que subir mucho los impuestos".
Además, se tendrían que tomar otras medidas como alargar la edad de jubilación "a los 70 o 75 años" (pensando que España es "un país de servicios") o como "hacer compatible la pensión con seguir trabajando". Ambas políticas "ahorrarían mucho" al Estado, aunque pueden ser "impopulares".