María Liébana
Economía
¿Qué es la estanflación y por qué amenaza a España?
María Liébana
Foto: Big Stock
Viernes 28 de octubre de 2022
ACTUALIZADO : Viernes 28 de octubre de 2022 a las 10:45 H
5 minutos
Está considerado como uno de los peores escenarios económicos posibles
La AIReF alerta ya de una recesión técnica en España este mismo año
Frenazo de la economía española: el PIB crece solo un 0,2% en el tercer trimestre
La inflación se modera al 7,3% en octubre y acumula tres meses de descensos
Estanflación es un término que lleva meses en boca de inversores y economistas, preocupados por la deriva de la economía. Pero esta semana ha cobrado especial relevancia después de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de España (Airef) lo situase como una de las principales amenazas de la economía española. Preocupación que ha tomado aún más importancia tras conocerse los datos del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre del año, que se ha frenado hasta el 0,2% según el INE. Pero, ¿qué significa exactamente estanflación?
La estanflación es un concepto económico que implica la aceleración de la inflación coexistiendo con un estancamiento económico. El término fue acuñado en 1965 por el entonces ministro de Finanzas británico Ian McLeod como fusión de los vocablos estancamiento e inflación en un discurso en la Cámara de los comunes. "We now have the worst of both worlds — not just inflation on the one side or stagnation on the other. We have a sort of 'stagflation' situation" ("Ahora tenemos lo peor de ambos mundos: no solo tenemos inflación por un lado, sino estancamiento por otro. Tenemos algo así como una estanflación").
¿Por qué se produce?
La principal causa de la estanflación es la subida que sufren los precios de las materias primas (inflación), lo que repercute en la cesta de bienes de consumo más habituales y, por ende, en los bolsillos de los consumidores, según explican desde BBVA. La estanflación también se relaciona con el crecimiento económico nulo o decreciente. Cuando el PIB decrece durante dos trimestres consecutivos se considera formalmente que la economía ha entrado en recesión, por lo que si se combinan ambos aspectos, estaríamos hablamos de estanflación.
Esta situación está considerada como uno de los peores escenarios económicos posibles por la dificultad de su manejo y corrección. Las políticas monetarias y fiscales que suelen utilizarse para dinamizar una economía recesiva empeoran el componente inflacionario de la estanflación y las políticas monetarias restrictivas que se utilizan para combatir la inflación tienden a profundizar y ampliar su componente recesivo.
¿Qué consecuencias tiene?
La estanflación suele traducirse en el estancamiento de la economía da pie. En primer lugar, a un aumento de la tasa de paro o, en menor medida, a que el crecimiento del empleo en el país no siga esa línea ascendente tan deseada o, incluso, que se paralice. Otra de las consecuencias de la estanflación es que se frena cualquier subida salarial y fruto de anterior, las rentas de las familias, y por ende su capacidad adquisitiva, se reducen.
- Este empobrecimiento, a su vez, tiene dos efectos secundarios según los expertos. Por un lado, se produce un mayor endeudamiento de las propias familias y por otro desciende la demanda de productos como consecuencia de un menor consumo privado. Sin embargo, esta caída de la demanda no viene acompañada de una bajada de precios, sino de una subida.
¿Ha habido alguna vez estanflación?
El ejemplo histórico más relevante de estanflación ocurrió durante la crisis del petróleo en los inicios de la década de los 70. La OPEP (Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo) dejó de exportar petróleo a Estados Unidos y otros países de Europa occidental. Esto provocó un aumento extraordinario del precio del petróleo entre 1973 y 1975. En consecuencia, los países importadores de petróleo experimentaron a la vez inflación y recesión.
Ahora, diversos analistas, encabezados por la Airef apuntan a que a comienzos de abril podríamos estar ya en recesión, y si continúa el periodo inflacionista, estanflación. "La tormenta perfecta", se refería hace unos días Carlos Herrera en su programa en COPE. "Porque con una recesión normal, dentro de lo malo, los precios suelen bajar. En la estanflación no. En este fenómeno, además de que la economía va mal, todo está carísimo", recordaba. Por suerte, los últimos datos de inflación que ha bajado ligeramente por el descenso de los precios de la energía, dan un respiro momentáneo a esta posibilidad.