
¿Cuál es la mejor opción para rescatar el plan de pensiones?
Cada titular deberá elegir la que más le convenga

Los planes de pensiones son productos financieros a largo plazo diseñados, como su propio nombre hace intuir, para ahorrar de cara a la jubilación y complementarlo con la pensión de jubilación.
Las aportaciones al plan de pensiones, que pueden ser periódicas o puntuales, que se invierten en activos y productos financieros con el objetivo de obtener una rentabilidad a largo plazo. El dinero no se puede rescatar libremente y hay que esperar hasta la jubilación u otro tipo de contingencias legales como la incapacidad laboral permanente, el paro de larga duración, la enfermedad grave o si han pasado 10 años desde que se hizo la aportación.
Si bien esta primera etapa de aportación se conoce como acumulación, la fase en la que se comienza a utilizar esos ahorros recibe el nombre de desacumulación y puede darse de tres formas:
- Rescate en forma de renta. Se percibe el dinero en cuotas periódicas.
- En forma de capital. Se recibe todo el dinero acumulado en un solo pago.
- Rescate mixto. Se combinan los dos anteriores.
Cada una de estas opciones tiene unas implicaciones fiscales diferentes y cada persona deberá elegir cuál es la que más le conviene en función de sus necesidades económicas, su situación familiar, salud, etc.
Rescate en forma de renta
En el rescate en forma de renta, el titular puede decidir la periodicidad de los pagos y podrá elegir entre una renta financiera, hasta que se agote el fondo, o una renta asegurada, o lo que es lo mismo, actuarial, que podrá ser
vitalicia o temporal y que permite incluir opciones como la reversión en caso
de fallecimiento del asegurado primer beneficiario o un capital garantizado.
La renta asegurada temporal es una modalidad de renta en la que se reciben pagos periódicos durante un plazo determinado o hasta el fallecimiento. Permite también incluir opciones como reversión o capital garantizado.

En la renta vitalicia, la persona entrega un capital a una aseguradora y recibe a cambio una renta periódica garantizada de por vida, hasta su fallecimiento.
La principal diferencia entre ambas es que renta vitalicia siempre dura hasta la muerte del titular, mientras que la renta asegurada puede ser temporal o vitalicia, con más opciones de personalización. Además, la renta asegurada puede incluir periodos garantizados o beneficiarios, lo que la hace más flexible frente a la renta vitalicia pura.
Fiscalmente, el rescate en forma de renta es una opción más eficiente, ya que la carga impositiva se reparte y además aporta estabilidad y el titular sabe que tiene unos ingresos asegurados.
Rescate en forma de capital
En esta opción, el titular del plan de pensiones recibirá todo el dinero a la vez. Esto interesa a aquellos que necesitan liquidez inmediata y podrán aprovechar la reducción fiscal del 40% para aportaciones realizadas antes del 31 de diciembre de 2006, siempre y cuando se solicite esa prestación en forma de capital en el año de acaecimiento de la contingencia (ejemplo, jubilación) o en los dos siguientes.
Ahora bien, esto puede tener un gran impacto fiscal, ya que se tributa como rendimientos de trabajo, lo que puede aumentar de manera considerable el IRPF.
Rescate mixto
Por último, en este tipo de rescate recibiremos una parte al principio como capital y el resto en forma de renta. Es decir, se combina la liquidez inmediata con los ingresos periódicos.
En este caso, también se puede aprovechar la reducción del 40% mencionada anteriormente, para la parte cobrada en forma de capital.
Factores a tener en cuenta
A la hora de decidir el rescate que más te conviene deberás tener en cuenta una serie de cuestiones. Por ejemplo, a nivel fiscal es necesario saber que todo lo rescatado tributa como rendimiento del trabajo y, como se decía anteriormente, las aportaciones anteriores a 2007 tienen una reducción del 40%.
Además, también es recomendable ir rescatando poco a poco si el IRPF es elevado.
La situación personal es otro de los puntos a valorar. En este caso, hay que reflexionar sobre la situación familiar o si se tienen otros ingresos como alquileres.
Por último, la liquidez del titular también es relevante. Si se tienen deudas o reformas a la vista que hagan necesario tener dinero de manera inmediata.
Si no sabes qué rescate es el que más te conviene existen plataformas online como Mi Jubilación de BBVA que ofrecen recursos y orientación para que se pueda planificar la jubilación y continuar activo, adaptándose a las nuevas demandas laborales, así como tomar decisiones informadas para un futuro más seguro.