David Vargas
Ocio
'El infinito en un junco', el ensayo de Irene Vallejo que ya ha vendido más de 150.000 ejemplares
Traducido a 30 lenguas, este libro habla sobre el mundo clásico y la invención de los libros
Hay que reconocer que un ensayo de 400 páginas sobre el origen de los libros y el mundo clásico que los inventó no parece, a priori, que se vaya a convertir en todo un fenómeno en las librerías de nuestro país, por muy bien escrito que esté. Y mucho menos que se traduzca, ni más ni menos, que a 30 lenguas. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo es que una autora semidesconocida —pero que ya había publicado un par de novelas y relatos infantiles— se convierta de la noche a la mañana en todo un fenómeno de ventas? Pues seguramente la causa de este éxito haya que buscarla en el propio libro, El infinito en un junco.
Irene Vallejo, la autora, ha escrito un ensayo a medio camino entre lo divulgativo —está dirigido a cualquier lector de cualquier edad— y lo erudito, pues vuelca en sus páginas todo el saber acumulado tras años de intensa investigación cual rata de biblioteca. Y aprueba con nota. En sus páginas, se describe la aparición del libro en la Grecia clásica y lo que significó en su momento la creación de la Biblioteca de Alejandría, la más célebre de la antigüedad y todo un centro de difusión del conocimiento. Y lo hace de una manera nada pretenciosa, sino todo lo contrario: es un libro fácil, simpático y agradable de leer, que transmite la preciosa idea que supone el placer de la lectura.
Una historia de superación
De hecho, la escritura de este ensayo supuso para su autora una especie de efecto terapéutico, pues lo escribió durante unos años muy duros a nivel personal, tras la hospitalización de su hijo. En más de un momento, estuvo a punto de tirar la toalla, ya que debía dedicarse las 24 horas a su cuidado, pero finalmente su proyecto más personal salió adelante y vio la luz el año pasado. El resto ya es historia. Ganador del Premio Nacional de Ensayo, El infinito en un junco ya va por su 26ª edición y ha conseguido poner de acuerdo a todo el mundo: críticos, periodistas, editores y, por supuesto, lectores; es una obra maestra.
En cierta forma, este libro recuerda por cómo está escrito a ese otro superventas de hace 25 años, El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder. Del mismo modo que aquel libro nos ayudó a adentrarnos en el complejo mundo de la filosofía como si de una aventura se tratase, El infinito en un junco consigue fascinarnos, como si de una fábula se tratase, con un tema tan poco apetecible como la invención de los libros en el mundo antiguo. Imprescindible.