Manuela Martín
Gastronomía
¿Cómo cocinar huevos sin que se peguen en sartenes de acero inoxidable? Un chef revela sus trucos
Las claves son la temperatura y la grasa
Cocinar un huevo puede parecer algo sencillo, sin embargo, para algunos resulta un quebradero de cabeza y, aun los más experimentados, no siempre consiguen los resultados deseados. Hay diferentes formas de hacerlo, sin embargo, el cocinero y creador de contenido Alfredo Vozmediano, ha revelado la forma exacta.
Conocido en las redes sociales como @avozmechef, el cocinero cuenta con experiencia en diferentes restaurantes gastronómicos, entre ellos tres con 3 estrellas Michelin, como son Noma, Disfrutar y Maaemo. Esta experiencia es la que ahora comparte, a través de sus vídeos y programas de formación, "para que todos podáis disfrutar de cocina rica y de calidad en casa".
En este caso, ha dado respuesta "a la eterna pregunta: ¿Cómo cocinar huevos en una sartén de acero inoxidable sin que se peguen y sin quemar el aceite?".
@avozmechef TIPS EXTRA: 1. Calienta la sartén poco a poco, a fuego medio para tener más control. 2. Si no tienes un termómetro te recomiendo que hagas pruebas con el agua hasta que sepas identificar bien el momento en que la mantequilla no se quemará. 3. Aunque la superficie de la sartén esté a 110º, al añadir la mantequilla vemos como rápidamente la temperatura asciende a casi 200º. El termómetro capta solo la superficie, pero el resto de la sartén está mucho más caliente. No te confíes que incluso a esa temperatura se te puede acabar quemando. 4. Aprende a cocinar con mi curso online. Link en mi perfil.
♬ sonido original - Alfredo Vozmediano Romero
Hay dos claves, explica, por un lado, la temperatura. "Se dice que tienes que calentar la sartén hasta que el agua patine por completo, el famoso efecto Leidenfrost. El problema es que a esta temperatura las grasas se queman. Con la superficie a 200 grados, el agua patina perfectamente, pero cuando pones aceite de oliva, con un punto de humo de 180 grados, se quema rápido. Sin embargo, a los 100 grados, en la superficie de la sartén el agua patina en el centro, pero burbujea, se agarra y se evapora por los laterales, y ese es el punto que vamos a buscar".
La segunda clave, señala, es la grasa. "Las grasas saturadas aguantan mejor el calor y se oxidan menos", explica. "Haciendo pruebas, he visto que la mantequilla clarificada, echa, derritiéndola y separando la grasa del suero, es la que mejor funciona. Además, su punto de humo es de 230 a 250 grados. Por lo tanto, si calentamos la sartén a 110 grados en la superficie, es decir, que el agua patine pero se agarre en los laterales, y le añadimos una cucharadita de mantequilla clarificada fría, esta no se va a quemar".
De esta forma, "al poner los huevos se van a despegar perfectamente, permitiéndote removerlos sin problemas para hacer tortillas y también para huevos a la plancha", asegura.
El chef ofrece, además, algunos trucos extra, por ejemplo, calentar la sartén "poco a poco, a fuego medio para tener más control" y, si no contamos con un termómetro, recomienda "hacer pruebas con el agua hasta que sepas identificar bien el momento en que la mantequilla no se quemará".
"Aunque la superficie de la sartén esté a 110 grados, al añadir la mantequilla vemos cómo rápidamente la temperatura asciende a casi 200 grados. El termómetro capta solo la superficie, pero el resto de la sartén está mucho más caliente. No te confíes que incluso a esa temperatura se te puede acabar quemando", añade.



