Miriam Gómez Sanz
Ocio
La niña que sería escritora: hallan en Lugo la carta más antigua de Emilia Pardo Bazán
Escrita a los nueve años, confirma su temprana relación con la ciudad
El Archivo Histórico Provincial de Lugo conserva desde hace poco un tesoro literario hasta ahora desconocido: la carta más antigua de Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851 – Madrid, 1921), escrita cuando la futura autora contaba nueve años.
El hallazgo lo realizó hace unos meses el investigador y profesor jubilado de Literatura de la Universidad de Santiago de Compostela, Luis Miguel Fernández, mientras revisaba documentación para otras investigaciones.
Vínculos familiares e intelectuales
La misiva, fechada el 12 de abril de 1861, fue dirigida por la niña Emilia a su padre, José Pardo Bazán, que se encontraba en Lugo como huésped del conde de Pallares, Manuel Vázquez de Parga. Ambos, diputados y grandes propietarios agrícolas, compartían intereses en la modernización agraria de Galicia y colaboraron en la redacción de la Memoria sobre la necesidad de establecer escuelas de agricultura en Galicia (1862).
Fernández destaca la nitidez y sencillez del texto, que revela no solo el inicio de su vocación epistolar, sino también el afecto entre la familia Pardo Bazán y los Vázquez de Parga. Los nombres mencionados en la carta –Manolito, Germán y Paz– corresponden a la esposa e hijos del conde, prueba de la estrecha relación entre ambas familias.
El archivo lucense conserva además otras cartas que reflejan esta amistad duradera, con intercambios de regalos y confidencias. Entre ellas, se incluye una misiva de 1867 en la que José Pardo Bazán comunica la propuesta de matrimonio para su hija, entonces de 16 años, y la posterior colaboración del conde en los primeros pasos literarios de Emilia, incluida la Revista de Galicia en 1880.
Una mirada infantil a Lugo
En su carta, la pequeña Emilia escribe con ternura y naturalidad, mencionando los mosaicos, la catedral, la muralla y el río Miño. Este testimonio confirma que la autora conocía Lugo desde su infancia, ciudad donde publicó algunos de sus primeros poemas y relatos en El Diario de Lugo y fue nombrada socia honoraria de la Liga de Amigos en 1890.
Su vínculo con la ciudad se consolidó con su una conferencia en 1906 en el Círculo de las Artes, donde destacó la aportación gallega a la música y su cariño por la ciudad amurallada. La institución la nombraría presidenta honoraria al año siguiente, un lazo que se mantuvo hasta su muerte en 1921.

La misiva conserva la letra de una niña, sin artificios ni correcciones posteriores, algo poco habitual en la obra infantil de Pardo Bazán, quien solía reescribir sus cartas y textos.
Con esta carta, rescatada del olvido, se añade una nueva pieza al legado de la escritora gallega, testimonio temprano de su sensibilidad, su afecto familiar y su relación con Lugo, que marcó su vida y memoria literaria.
Un investigador fuera de su ámbito habitual
Luis Miguel Fernández, especialista en literatura contemporánea y televisión, ya había explorado la obra de Pardo Bazán en dos trabajos previos: Pardo Bazán y el cinematógrafo de los primeros tiempos (1997) y Tecnología, espectáculo, literatura. Dispositivos ópticos en las letras españolas de los siglos XVIII y XIX (2006).
Ahora, Fernández prepara una nueva publicación en La Tribuna –una revista especializada en Emilia Pardo Bazá–, donde contextualizará el hallazgo y explicará su importancia tanto para los estudiosos de la autora como para el patrimonio lucense.


