Propuesta de Tarjeta Sanitaria Inteligente

 

En un contexto de creciente presión presupuestaria sobre el sistema sanitario público, propongo la implementación de un programa piloto de Tarjeta Sanitaria Inteligente (TSI), inspirado en el modelo de tarjetas de crédito bancarias como Visa. Esta iniciativa busca optimizar el uso de recursos públicos, fomentar la conciencia ciudadana sobre los costes reales de la atención sanitaria y promover la solidaridad interpersonal, todo ello sin recurrir a privatizaciones ni recortes en la cobertura universal.

Fundamentos y diseño del sistema

Base estadística

El Estado español, a través del Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística (INE), dispone de datos exhaustivos sobre gastos sanitarios: inversiones en infraestructuras, salarios de personal médico y de enfermería, costes farmacéuticos y atención hospitalaria. Utilizando estos indicadores fiables, se calcularía un "límite anual de crédito sanitario" personalizado por ciudadano, equivalente al coste medio per cápita de la sanidad pública (actualmente alrededor de 1.800-2.000 euros por persona/año, ajustable por edad, región o factores de riesgo).

Funcionamiento de la tarjeta

Cada ciudadano recibiría una TSI digital o física, vinculada a su DNI o NIE, con un saldo inicial igual al límite calculado. Al acceder a servicios sanitarios (consultas médicas, pruebas diagnósticas, medicamentos recetados), el sistema registraría el coste en tiempo real mediante un app o portal web, deduciéndolo del saldo. Esto permitiría a los usuarios visualizar de forma transparente el valor económico de cada servicio, incentivando un uso responsable y valorando más el sistema público.

Mecanismo de solidaridad

Para evitar desigualdades, se habilitaría un sistema de transferencias voluntarias de saldo entre familiares, amigos o incluso comunidades (por ejemplo, vía app segura). Si un ciudadano agota su límite por enfermedades crónicas o imprevistos, podría recibir donaciones de saldo no utilizado por otros, fomentando la cohesión social. El Estado supervisaría estas transferencias para prevenir abusos, asegurando que el saldo no utilizado al final del año se reintegre al presupuesto público o se acumule para emergencias colectivas.

Beneficios esperados

    *   Ahorro público: Al concienciar sobre costes, se reduciría el sobreuso innecesario (ej. visitas no urgentes), potencialmente ahorrando hasta un 10-15% del gasto sanitario anual (estimado en 120.000 millones de euros en España).

    *  Transparencia y educación: Los usuarios comprenderían el valor real de la sanidad, reduciendo percepciones de "gratuidad ilimitada" y promoviendo hábitos preventivos.

    *  Equidad social: El modelo solidario mitiga desigualdades, priorizando la ayuda mutua sobre recortes.

    *  Implementación piloto: Iniciar en una región autónoma (ej. Cataluña o Andalucía) con 100.000 participantes, evaluando impactos durante 12-24 meses mediante métricas como reducción de gasto, satisfacción usuaria y equidad.

Requisitos técnicos y legales

- Integración con el Sistema Nacional de Salud (SNS) y bases de datos existentes (Historia Clínica Digital).

- Cumplimiento estricto de RGPD para protección de datos sensibles.

- Presupuesto inicial: Bajo, reutilizando infraestructuras bancarias/digitales existentes (colaboración con entidades como CaixaBank o BBVA para el backend).

Esta propuesta alinea con objetivos de la Agenda 2030 (ODS 3: Salud y Bienestar) y podría financiarse con fondos europeos NextGenerationEU.

Invito al Gobierno a considerar este piloto como una innovación sostenible para fortalecer la sanidad pública.

---

Si eres lector o lectora de 65YMÁS y quieres denunciar cualquier situación de la que hayas sido testigo, dar tu opinión sobre cualquier tema de actualidad o sobre cualquier circunstancia que te afecte, puedes enviarnos una carta a nuestro diario. Es muy sencillo. Sólo tienes que entrar en CARTAS A LA DIRECTORA o rellenar este formulario: