Viajes

Un recorrido por las Islas Atlánticas de las Rías Baixas gallegas

Antonio Castillejo

Lunes 10 de abril de 2023

17 minutos

Conforman desde 2002 el Parque Nacional Marítimo-Terrestre

Un recorrido por las Islas Atlánticas de las Rías Baixas gallegas
Antonio Castillejo

Lunes 10 de abril de 2023

17 minutos

El océano Atlántico acoge una de las más bellas joyas que Galicia ofrece a sus visitantes, el Parque Nacional de islas e islotes situados a la entrada de las Rías Baixas. Las Islas Atlánticas de Galicia es Parque Nacional Marítimo-Terrestre desde 2002 y está formado por cuatro archipiélagos ubicados frente a las costas de Pontevedra y A Coruña: en la ría de Vigo se alzan las Cíes, en la de Pontevedra, Ons, y en la ría de Arousa los archipiélagos de Sálvora y Cortegada.

Este espacio natural protegido tiene una extensión  total de 1.195 hectáreas terrestres y 7285 hectáreas de superficie marítima. Alberga un gran bosque de laurel, el más importante de Europa, y más de 200 especies de algas marinas. Allí rosperan  moluscos, corales, anémonar, gaviotas patiamarillas, cormnoranes moñudios, alcas, araos...

Cíes Turismo Galicia.

En estas islas hay vestigios de ocupación humana desde la edad de hierro, peroi también se han encontrado cerámicas de la época del Imperio Romano. Fueron ocupadas por distintas órdenes monásticas durante la Edad Media, propiedad de la Iglesia, aforadas a nobles de la época y atacadas por invasores que las utilizaron como base de sus incursiones a la costa.

Los escarpados acantilados de Cies y Ons contrastan con el relieve más suave en Sálvora y Cortegada. En tierra firme, se hallan ecosistemas de alto valor ecológico en abruptos acantilados de granito y playas de arena. 

De hecho, allí está la mejor playa del mundo según el prestigioso diario británico The Guardian. Se trata de la idílica playa de Rodas, en una de las islas Cíes, la de en la isla de Monteagudo, que ofrece a guas cristalinas y tranquilas, arena fina y dorada, una sugerente forma de media luna y, protegiendo la playa, un bosque de pinos que invitan al reposo y la contemplación.

Cuatro archipiélagos que serán más

El Parque Natural está integrado por cuatro archipiélagos:

  • El Archipiélago de las Islas Cíes que está situado en la boca de la Ría de Vigo y se trata de unas islas espectaculares.
  • El Archipiélago de las Islas Ons forman un archipiélago situado en la boca de la Ría de Pontevedra y confoirmadio por las islas de Ons y Onza así como por pequeños peñascos entre los que destaca El Corveiro.
  • L​a Isla de Cortegada es una isla situada en el interior de la Ría de Arosa. Es la mayor de un archipiélago que aparte de ella cuenta con otros grupos de islas, como las Malveiras o las Briñas.
  • Por último encontramos la Isla de Sálvora, una isla que se encuentra en la bocana de la ría de Arosa.

Pero además de las islas que pertenecen ya al conjunto del Parque Natural hay otras que aspiran a integrarlo o que están en proceso para ello:

  • La Isla de Tambo se encuentra en medio de la Ría de Pontevedra, frente a la villa de Marín, y que tiene una superficie de 28 hectáreas, es ovalada y tiene una típica forma piramidal completamente cubierta de arbolado.
  • Las Islas Sisargas pertenecen al municipio de Malpica de Bergantiños y a diferenci9a del resto se encuentran fuera de las Rías Bajas, en la zona de la Costa de la Muerte. El archipiélago está formado por tres islas, Sisarga Grande, Malante y Sisarga Chica, y una serie de islotes circundantes.

Las Islas Cies en la historia

Cíes Turismo Galicia

La primera referencia escrita de las Islas Cíes la encontramos proviene del  historiador y geógrafo griego Heródoto que ya en el siglo V a. C. menciona las islas “Cassiterides" como un grupo de diez islas del mar septentrional de Europa, de donde los griego obtenían el estaño.

En época romana, son reseñadas por Plinio el Viejo en su Historia Natural como las islas “Siccae” (islas áridas) de donde más tarde derivaría Cicae y de ahí el actual Cies.​ El mismo Plinio y otros autores Estrabón , Diodoro o Ptolomeo las nombran también como las “Insulae Deorum” o islas de los Dioses.​​

El castro de As Hortas, en las laderas del monte Faro, es el primer poblado del que se tiene constancia. Allí se pueden observar restos de unas cuatro o cinco viviendas de base cuadrangular y está datado a finales de la edad del bronce (sobre el 700-600 a. C.) y se mantuvo habitado hasta la llegada de los romanos en el siglo I d.C.​

Del paso de los romanos también han quedado restos como: ánforas, tégulas, fragmentos de cerámica y algunas joyas. Ninguno de los restos encontrados, por ahora, indicarían que los romanos tuvieron poblados o asentamientos estables en las islas, no llegando a ser más que zonas para el abrigo de barcos, para pesca o para instalar pequeños destacamentos o puestos de control y vigilancia de naves mercantes.

Como dato curioso, y según contó Dión Casio en su controvertido libro 'Historia romana', el cónsul Cayo Julio César participó en una batalla en las islas Cies contra los lusitanos del monte Herminius (Sierra de la Estrella), quienes tras ser ostigados por las tropas de César en su territorio, decidieron abandonarlo, buscando refugio en las islas Cies. Allí los rindió César por asedio y hambre para después, ser él quien descansase en las islas durante una temporada.

Desde la conquista romana hasta el comienzo de la edad media no son muchas las noticias que se tienes de las islas. No será hasta bien entrado el siglo IX de nuestra era, cuando las incursiones normandas y de los árabes, hagan aparecer en las crónicas a las islas Cies, como lugares de recalada e incluso de naufragio de algunas de sus naves.

En el año 899 las Cies aparecen mencionadas entre las donaciones del rey Alfonsio III a la mitra compostelana y a partir de entonces comienzan a instalarse las órdenes monacales. Una presencia que se mantuvo hasta finales del siglo XVI cuando irrumpió en las islas el pirata inglés Francis Drake quien, al servicio de la reina de Inglaterra, las utilizó como base de abrigo, reparación y aprovisionamiento de sus naves en su misión de hostigar a la escuadra española

Desde ese momento las islas siempre estuvieron en el centro de las luchas entre ingleses y españoles. Ya en 1810, se instaló en el antiguo monasterio de San Esteban un almacén de artillería y un cuartel de carabineros, para dotar de protección a las islas y la entrada a la ría. Y en 1840 también se dotó a las Cíes de dos fábricas de salazón, una taberna y se construyó el faro.

Los pobladores de las islas se mantuvieron principalmente de la agricultura, de la pesca y de la incipiente industria, hasta que esta fue decayendo y la isla se fue despoblando poco a poco, alcanzando su mínimo a mediados del siglo pasado. Justo en esa época fue cuando el despegue del turismo hizo que las islas fueran recibiendo cada vez más visitantes hasta llegar al cupo de casi 3.000 visitantes diarios en temporada alta que tiene en la actualidad.

Visitar las Islas Cíes

Visitar las Islas Cíes es visitar la naturaleza en estado puro. Se puede llegar a ellas desde los puertos de Vigo, Cangas o Baiona desde donde, en temporada alta, hay una línea regular de catamaranes.

Durante el trayecto el visitante disfrutará del avistamiento de gaviotas, cormoranes, alcatraces y delfines que acompañan a los pequeños barcos dedicados a la pesca artesanal que aprovecha la riqueza casi inagotable de los fondos marinos gallegos.

La mejor fotografía de las tres islas, la Norte, el Monteagudo, la del Medio o del Faro y la Sur o San Martiño, se queda pequeña al lado de la belleza natural de estas islas cuyo embarcadero está situado junto a la playa de Rodas, la más bella del mundo, el lugar desde donde comenzar la exploración de las 'Islas de los Dioses'

Playa de Rodas en las Cíes. Wikipedia

Tras visitar esta playa también se puede disfrutar de otro arenal, más tranquilo, el de Figueiras de aguas claras que invitan a sumergirse para disfrutar de la belleza de la vida submarina.

De obligado cumplimento es la visita al Centro de Interpretación para recibir toda la información sobre este paraíso natural, de sus faros y sus rutas de senderismo.  

Las Islas Ons en la historia

Islas Ons Wikipedia

Las escavaciones arqueológicas en las Islas Ons han sacado a la luz útiles líticos del paleolítico y también restos calcolíticos y de la edad de los metales quer se conservan en el Museo Provincial de Pontevedra.

En el siglo I las primeras noticias sobre las islas nos las dá Plinio el Viejo cuando las cita en su descripción de la península ibérica como insula Aunios.

Sin embargo, no aserá hasta el año 899 cuando las menciones se hacen más frecuentes porque, como en el caso de las Cíes, Alfonso III se las dona al obispo de Santiago de Compostela, quien ostentaría la posesión de la isla hasta el siglo XVI. 

Pero fue durante la Guerra de la Independencia cuando se construyerondos fortificaciones defensivas, las dos a la vera del mar: una un poco más al norte del actual muelle de atraque y otra un poco más al sur, construida sobre los restos de otra fortificación más antigua. 

Durante todos estos siglos, los colonos de la isla pagaban rentas y aunque hoy ya no se pagan, los vecinos de la isla siguen siendo considerados como colonos, debido a que las casas donde habitan y las tierras donde labran no son de su propiedad. 

Es a comienzos del siglo XIX cuando se empiezan a establecer colonos procedentes de la comarca del Morrazo, principalmente de Bueu y en menor número de Cangas y ya a finales de ese mismo siglo el marqués de Valladares instala una fábrica de salazón en la isla, conocida populamente como 'O almacén', quefue un revulsivo importante para la economía isleña,

Finalmente, a mediados de la década de los años veinte se hace una gran repoblación de pinos con el fin de explotar su madera para la construcción de barcos, aunque de e ese gran pinar casi nada queda, y en 1929 la compra la familia Riobó perteneciente a la burguesía local, que la mantiene hasta 1941, año que es expropiada por el estado y así zse mnantuvo hasta que en 1982 el gobierno de España la cedió a la Xunta de Galicia

Visitar las Islas Ons

Este archipiélago ofrece al visitante playas maravillosas, cuevas marinas y acantilados espectaculares como el imprescindible Buraco do Inferno, pero también es de obligado cumplimiento la visita al bello faro de la isla de Ons, en un pueblecito de casas marineras y hórreos donde también se encuentra la pequeña iglesia de San Xaquín.

Buraco do Inferno

La isla tiene cinco grandes playas de espectacular belleza natural, incluida la nudista de Melide, la mayor de todas y a la que sigue en extensión la de As Dornas. 

En la playa de Area dos Cans se encuentra la famosa  A Laxe do Crego, una roca a la que se puede acceder en función de la marea y de la que según se dice fue una tumba antropomorfa excavada en época medieval. Las otras dos hermosas playas son las de Canexol y Pereiró.

Uno de los principales atractivos de este paraíso de las Rías Baixas es el senderismo. Altamente recomendable es llegar a punta de O Centolo para disfrutar de las vistas de la playa de A Lanzada o de la puesta de sol sobre Sálvora. También son excepcionales las vistas de la ruta que asciende hasta el faro, como lo es caminar hacia el sur para, desde el mirador de Fedorentos, disfrutar de la vista de Onza, a la entrada de la ría y con las majestuosas Cíes al fondo.

La Isla de Cortegada en la historia

Cortegada. Turismo de Galicia

Es también en este caso Plinio el primero en mencionarla en el siglo con el nombre de Corticata. En la Edad Media se construye un monasterio, posteriormente reconstruido y vuelto a derruir antes incluso de la exclautración del siglo XIX, del que queda su iglesia monasterial, reconvertida en tiempos pasados en santuario.

Hasta 1910 pertenecía al Pazo da Gulpilleira, al que pagaban rentas los vecinos de la isla, pero en esa fecha fue adquirida por suscripción popular para donarla al rey Alfonso XIII con el fin de que construyera en ella su residencia de veraneo.

Se llegaron incluso a elaborar los planos, pero todo quedó suspendido porque el rey decidió establecer su residencia estival en el santanderino Palacio de la Magdalena.

Más tarde la isla fue heredada por Don Juan de Borbón, abuelio del actual monarca, en el año 1958, y este la vendió en 1979 a la sociedad Santiaguesa Cortegada. Esta sociedad quería construir una urbanización de lujo y un puente que comunicase la isla con tierra firme, pero, al no serle permitido, decidió pedir una indenmización 200 veces superior al valor de la compra que hicieron a Don Juan de Borbón.

Hoy todo está en manos de los tribunales. Los vecinos de Vilagarcía, mediante la Comisión Pro-Cortegada consiguieron que se declarase la isla parque natural público, paralizándose así las pretensiones urbanísticas. Su lucha se vio coronada con la integración de la isla dentro del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.

Finalmente, el 30 de agosto de 2007, la isla cuando fue expropiada por la Xunta de Galicia tras el pago de un justiprecio de 1,8 millones de euros y volvió definitivamente a ser de dominio público.​

Visitar la Isla de Cortegada

Cortegada es la isla de los laureles, ofrece a quien hasta allí se acerca un gigantesco bosque de laureles, un espectáculo que muy pocas veces en la vida se ofrece ante nuestros ojos. Y es que Cortegada huele a almejas, berberechos, navajas… el marisco de la ría y al laurel que los aromatiza.

Laureles de Cortegada Turismo de Galicia

En el embarcadero se encuentra el centro de recepción de visitantes donde se puede recabar toda la información para conocer y recorrer estos parajes.

Hay rutas circulares y muy sencillas para poder conocer esta joya de la naturaleza que parten desde las ruinas de la ermita de la Virgen de los Milagros, del año 1652,

Hay dos rutas, una que rodea toda la isla y otra que lo hace hasta la mitad para luego atravesarla por el centro y que es muy recomendable porque permite al visitante disfrutar tanto de las espléndidas vistas costeras como del interior al bosque de laurel. Una experiencia única que lleva a conocer enormes eucaliptos y los restos de la antigua aldea que estuvo habitada hasta la donación de la isla al rey Alfonso XII en el año 1910.

Isla de Sálvora en la historia

Isla Sálvora Wikipedia

Como en los casos anteriores, en el año 899 Alfonso III la donó al Cabildo Catedralicio de Santiago, que la reclamó con el fin de obtener recursos para su sustento.

En el año 1120 la isla fue invadida por naves sarracenas que se refugiaron en ella esperando refuerzos cuando se disponían a invadir estas tierras, pero la tardanza de aquella ayuda hizo que los navíos cristianos enviados por orden del arzobispo de Santiago se apoderasen de las naves invasoras.

El desinterés del Cabildo Compostelano por Sálvora, hizo que a partir de esa época, los vecinos de Carreira fueran ocupando la isla para utilizarla como terrenos de cultivo, llegando a establecerse en ella permanentemente años más tarde.

En 1770, el comerciante coruñés Jerónimo de Hijosa instaló una fábrica de secado y salazón de pescado, a la que en 1960 se añadieron dos torres y las almenas, y hoy es conocida como 'O Almacén', siendo, quizá, la primera factoría de salazón de Galicia.

Por esta isla comenzarían los pleitos en 1789 entre los vecinos de Carreira encabezados por su cura párroco, Manuel Acuña y Malvar, contra "Don Vicente Caamaño Valera y Gayoso, Cavallero del orden de San Juan de Malta, Brigadier de la Real Armada, Vecino de la Villa de Ferrol", al obtener este una Real Cédula para instalar una pesquería de atunes que además de la isla ocuparía una concesión de cuatro leguas alrededor de ella, con lo que los marineros de Carreira quedarían prácticamente sin poder faenar en estas aguas, lo que hubiese significado su ruina.

A principios del siglo XIX, las dificultades económicas hacen que los habitantes de Carreira se desplacen a la isla para trabajar en explotaciones agrícolas y ganaderas. Se consolida entonces una pequeña aldea con ocho casas en torno a una plaza y dos fuentes de agua potable. La población era de 60 personas y se les conocía por el nombre de la casa que habitaban.

El principal lugar de relación social era taberna, situada al lado del antiguo almacén de salazón, lugar donde se reunían los pescadores. Una taberna que se convertiría hacia 1960 en la capilla de Santa Catalina, patrona de la isla.

En 1958 la familia Otero-Goyanes se hizo con la propiedad de la isla, junto con los islotes de Vionta y Noro, por un precio de compra al Estado español de 1.293.758 pesetas

En 1960 se transporta a la isla un tractor y se instala un generador eléctrico, todo ello con fondos del Servicio de Extensión Agraria. Pero poco durarían ya los colonos, que reclamados por la instalación en tierra de industrias propiedad de la familia Otero-Goyanes, decidieron irse a vivir al continente. Aun así el último habitante abandonó la aldea en 1972.

Ya en marzo de 2007 la isla fue adquirida por Caixa Galicia por 8,5 millones de euros y a finales de ese mismo año el Ministerioi de Madio Ambiente ejerció su derecho de tanteo, comprando Sálvora, Vionta y Noro por esa misma cantidad. Y desde julio de 2008 el Ministerio y la Xunta de Galicia figuran conjuntamente como titulares del enclave. 

Visitar la isla de Sálvora

No tan conocida como sus hermanas mayores, las Cíes o las Ons, la isla de Sálvora es sin embargo una auténtica joya que merece la pena descubrir.

Los barcos llegan al pequeño embarcadero que se encuentra junto a la playa y desde allí parten los dos senderos, sencillos y sin desnivel, que permiten conocer la isla.

 El primero es la ruta del faro que es de acceso libre y tiene poco más de un kilómetro. Se trata de un sendero que nos permite disfrutar de enormes rocas de granito de caprichosas formas que termina en el precioso Faro de Sálvora.

La segunda ruta es la de la aldea y solo se puede realizar en compañía de un guía autorizado que a lo largo de algo más de kilómetro y medio nos llevará al viejo pueblo de Sálvora donde vivían hasta la década de los setenta los colonos de la isla.

Por lo que a las playas se refiere Sálvora tiene tres, pero solo una de ellas está fuera de la zona de reserva no visitable, pero este arenal es una auténtica maravilla de blanca arena bañada por las aguas tranquilas de tonos turquesa de su tranquila bahía. De hecho está catalogada como una de las 25 playas más bellas de España.

Sálvora

Fauna y flora del Parque Natural

La altura máxima del Parque se halla en una de las islas Cíes, con 197 metros sobre el nivel del mar y en algunas islas encontramos unas de las más importantes colonias de reproducción de aves marinas en Europa, con especies como la Gaviota Patiamarilla y el Cormorán Moñudo ya mencionados.

Más de 16.500 parejas de estas gaviotas se reproducen entre los cuatro archipiélagos, la mayor población de la especie en todo el mundo. Por su parte, de los cormoranes se han censado en el Parque Nacional 800 parejas reproductoras, lo que representa el 80% de la población del área cántabro-atlántica, donde se concentran las dos terceras partes de los ejemplares ibéricos.

Cormoran moñudo. Turismo de Galicia

Otras aves marinas que crían en el Parque son la Gaviota Sombría y el Paíño Europeo. Gracias a la abundancia de organismos marinos, estas especies encuentren alimento durante la reproducción y otras muchas hacen escala en las Islas Atlánticas durante sus pasos migratorios, o las elijan como área de invernada. Entre ellas están el Cormorán Grande, el Alcatraz Europeo, el Charrán Patinegro, la Pardela Balear,el Alca Común y Arao Común.

No en vano, las Islas Atlánticas de Galicia se han declarado Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Importancia Comunitaria.

Por lo que a la vegetación, de marcado carácter atlántico, se refiere, están cubiertas por tojares, helechales y praderas, además de especies foráneas, como pinos y eucaliptos. Se han inventariado 56 especies vegetales endémicas entre arenales costeros, acantilados y matorrales. 

Eucaliptus Wikipedia

Una de las plantas exclusivas de las Islas Atlánticas gallegas es Cytisus insulares, una retama localmente conocida como "xesta" y, que puede alcanzar los dos metros de altura. Está presente en los archipiélagos de Ons y de Sálvora y es una más de la larga lista de tesoros vegetales de éstas islas.

Por último conviene recordar que en Vigo se encuentra en Centro de Visitantes Cambón, un centro de interpretación didáctico del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. Sus 1.500 metros cuadrados están destinados a áreas expositivas, auditorio, aulas y zona de oficinas y en estas dependencias los visitantes podrán conocer al detalle la flora, la fauna y el patrimonio del parque gracias también a sus cabinas teletransportadoras con efectos visuales y diversos contenidos interactivos.​

Más información en: www.turismo.gal

Sobre el autor:

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.

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