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Domingo 20 de agosto de 2023
2 minutos
Desde hace más de un año, unos 13 meses o más, tramité la Ley de Dependencia para mi hermano, que tiene más de 75% de discapacidad. En marzo vinieron las trabajadoras sociales para hacer el informe y le concedieron directamente el grado 3, el más grave. Como estamos en agosto y su enfermedad es degenerativa sin cura, la enfermedad de Huntington, ya vamos por más de un 80% de discapacidad.
Llamo por teléfono a la Generalitat Valenciana y me dicen que todo está correcto y me mandan a las trabajadoras sociales. Lo que percibo de estas personas es una absoluta indiferencia. Nosotros nos encontramos en una situación precaria, sin recursos económicos ni vivienda adecuada, y no resuelven nada ni nos hacen el pago a tiempo.
Todo esto corre en contra de mi hermano, lamentablemente. Y volviendo a las malas condiciones de la vivienda, no tenemos ascensor, con lo que eso significa para el enfermo, mientras que los vecinos están en contra de poner ascensor, y eso que hay un proyecto y es viable. Este tema lo tengo con una abogada de oficio, que tampoco pone ningún interés.
Esta es mi situación y la de mi pobre hermano. Hace un año enterramos a mi hermana mediana, de la que él precisamente era su cuidador hace unos años. Así que esta es la tercera vez que pasamos por esta situación tan atroz, por decir algo, porque es indecible.
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