Cartas a la directora

Un aplauso muy grande para los trabajadores de las residencias

Javier G.

Viernes 17 de abril de 2020

3 minutos

Un aplauso muy grande para los trabajadores de las residencias
Javier G.

Viernes 17 de abril de 2020

3 minutos

Hoy quiero dar un aplauso y quiero que lo compartan conmigo al colectivo de trabajadores sociosanitarios de residencias, cuya labor durante esta pandemia del COVID-19 no es suficientemente conocida ni valorada.

Permítanme que les cuente el trabajo de los auxiliares de la residencia. Están en contacto y cuidan a nuestros mayores, les miman, les dan cariño y les apoyan en sus últimos momentos y durante el proceso de la enfermedad. Pero fíjense en el trabajo que hacen. Les ayudan o les dan de comer y beber. Les limpian, le quitan los vómitos, los pises, las cacas, les duchan, les afeitan para que estén guapos. En movilizaciones y en cambios posturales. También les ayudan a vestirse o les visten. Están muy cerca de ellos, sí, mucho, y muchos de ellos tienen el virus, y les ven morir con impotencia. 

¿Se imaginan duchar a una persona o a dos o a tres dependientes con equipo de protección, o si se pone rebelde y no quiere ducharse? Hay personas con demencias, totalmente dependientes, que no sabes si tienen el virus y hay que tratarlos con el mismo cariño y profesionalidad que a los demás. Se exponen mucho, sí mucho, y muchos caen infectados. ¿Cuantos auxiliares de residencias hay en las listas de contagiados? Seguro que en toda España muchos, muchísimos. Muchos tienen miedo de contagiarse, otros deciden quedarse a vivir con ellos en la residencia, porque después de las muchas horas de trabajo se van a sus casas y tienen miedo de infectar a sus familias. Estos trabajadores tienen sueldos mileuristas. Muchos con dificultades económicas, que viven en pisos pequeños, y en caso de contagiarse, aislarse es muy difícil. Y lo pasan mal, y se angustian, y alguna vez se deprimen y lloran, y no reciben apoyo psicológico

La labor que hacen es encomiable, digna de alabarse, por la dedicación y la profesionalidad que demuestran. Muchos no han tenido los equipos de protección que necesitaban, ni los test para saber quién estaba o no contagiado. Y muchos auxiliares no tienen a su lado el apoyo constante de médicos o enfermeros y de protocolos que protejan su salud. Y veo que se les defiende poco

Se hablan de las condiciones de la residencias públicas y privadas, y esto hace que pierda valor el esfuerzo que hacen. Pero esto ocurre en toda España, y en todos los países. Si entra el virus en una residencia, y ya puede ser pública, privada, o estar en zonas de alto poder adquisitivo con todo el personal del mundo, el desastre es penoso y escalofriante

Se han abandonado mucho las residencias durante esta pandemia y no se han puesto los recursos necesarios en las comunidades autónomas de un signo político u otro, y el desastre ha sido escabroso, increíble para estar en el siglo XXI. Y esto ha producido cientos de muertos y la mayoría sin pruebas. La muerte ha sido indignante. Eso, sí, con la cercanía y el cariño de sus cuidadores.

Vaya mi reconocimiento y el de las muchas personas, que espero que cuando aplaudan se acuerden también de los trabajadores de las residencias.


Javier G., trabajador social.

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