El problema de los interinos en la educación

 

Mi carta va dirigida a todos aquellos políticos que, por supuesto, no se han presentado a una oposición en su vida, por lo que, seguramente, no tengan empatía sobre lo que voy a escribir.

Estudié químicas e hice un postgrado, mi Cap (hoy máster), y estuve trabajando en laboratorios.

Con el paso de algunos años, vi que lo que realmente me gustaba era enseñar. Comencé en la privada-concertada y viendo cómo tratan a los profesores (pero bien que cogen los IES sus conciertos) pasé a la pública.

Cada dos años, sacando dos, tres, a lo máximo seis plazas (física y química) hay que presentarse, porque te echan de la lista y, como bien es sabido, son plazas irrisorias.

Además del cribado anticriterios que se hace, la presión sobre cada persona y sus circunstancias nos va minando.

Verdad es que no somos funcionarios de carrera, pero no entiendo como todos los años las listas de vacantes pueden ser de 600 en mi especialidad y otras muchas, en otras

Todo esto influye en la descoordinación del IES, de los alumnos y de nosotros.

Claro que tiene que haber un nivel de exigencia mínimo, pero no la vomitona de temas y problemas de último de carrera.

Seguiremos aguantando.

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Carta a la directora de Pilar Medina Domínguez.

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