Carmen de Grado
Opinión

¿Hay belleza en el rostro de un viejo? Lo que nos dice Durero

Carmen de Grado

Sábado 3 de septiembre de 2022

3 minutos

durero

Sábado 3 de septiembre de 2022

3 minutos

durero

 Alberto Durero,  Retrato de mi madre a sus 63 años de edad, dibujo  sobre papel de 42 por 30 cm. Kupferstichkabinett, Berlín.

Los artistas renacentistas tuvieron gran influencia para que la belleza quedara en el mundo occidental asociada a la juventud. Sin embargo en su Teoría de las  Proporciones, el más famoso pintor alemán del renacimiento reflexiona sobre el ideal único de belleza y sobre la "variedad en la perfección". El rostro de su madre a sus 63 años de edad muestra arrugas profundas, es esquelético, con ojos salientes y desorbitados. Es su realismo expresión del sentimiento de dolor de un hijo que quiere revelar lo más esencial en la vida de su madre: la bondad. Durero piensa que "el artista debe pintar todas las cosas dignas de ser vistas", "guiado por la variedad y abundancia de cosas".

Sobre su madre Alberto Durero escribe en su diario:  

"Esta, mi piadosa madre, alumbró y crió a dieciocho hijos; a menudo contrajo la peste y muchas otras enfermedades severas y extrañas, y padeció gran pobreza, desdenes, desprecio, palabras burlonas, terrores, y grandes adversidades. Aun así no tenía malicia. Temía mucho a la muerte, pero decía no temer ir ante Dios. Además, murió sufriendo, y noté que vio algo terrible, pues pidió agua bendita, pese a que no había hablado por largo tiempo. Inmediatamente después sus ojos se cerraron. Vi también cómo la muerte le asestó dos grandes punzadas en el corazón, y cómo su boca y sus ojos se cerraron y partió con dolor… Me sentí tan dolido que no puedo expresarlo. Dios sea misericordioso con ella".

¿Hay belleza en este acuerdo entre un rostro marcado por el sufrimiento y la creación del artista? ¿La perfección ha desaparecido de ese rostro? ¿Qué ideal de belleza nos inspira en nuestra aceptación o rechazo? ¿En qué valores se apoya ese ideal?

Por un lado una sociedad hiperindividualista como la sociedad postmoderna en que vivimos sostiene una imagen única de belleza, ligada a un ideal limitado de perfección.  Sin embargo, vivimos en un mundo diverso, marcado por las migraciones, la variedad de elecciones en materia de género, la revolución tecnológica, las pérdidas por cuestiones climáticas y de guerras, la descolonización y emergencia de pueblos en otro tiempo oprimidos, el auge de lo femenino, la inequidad... Cada vez estamos más inmersos en el paradigma de la complejidad.

Nos ubicamos entonces en nuevas formas de sentir, pensar y actuar. En lo que refiere a la longevidad nos lleva a reflexionar sobre el valor de la transmisión y la creatividad para mantener la trama a nivel planetario que nos define como humanos donde los más viejos son agentes transmisores indispensables en el curso de la vida. 

Durero fue un pionero al romper con el ideal único de belleza y proponer "la variedad en la perfección", una gama de visiones ligadas a lo perfecto y por lo tanto un cuestionamiento de una tal "perfección".

Sobre el autor:

Carmen de Grado

Carmen de Grado

Carmen de Grado es Licenciada en Psicología, Máster en Psicogerontología, ex docente en la Universidad Maimónides de Buenos Aires (Argentina) y actualmente en el Instituto Iberoamericano de Ciencias del Envejecimiento (INICIEN).

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