José De Juan Saboya
Opinión

El problema de la soledad no deseada entre las personas mayores

José De Juan Saboya

Miércoles 12 de abril de 2023

4 minutos

Vivir la vejez en soledad es el "gran temor" de casi la mitad de los españoles

Miércoles 12 de abril de 2023

4 minutos

El sentimiento de soledad es una pandemia oculta con una incidencia cada vez mayor en nuestras ciudades y pueblos, con unas enormes consecuencias para las personas que la sufren y para toda la sociedad. 

Se trata de un sentimiento que es subjetivo, de manera que puede haber personas que conviven con otras y sin embargo se sienten solas, y otras personas que, viendo solas, no tienen el sentimiento de soledad. Por tanto, cuando hablamos de soledad no deseada hacemos referencia a la experiencia de sentirse solo y aislado sin querer estarlo. El hecho de que sea un sentimiento subjetivo dificulta la identificación temprana de estas situaciones. 

Aunque esta pandemia de soledad está afectando también a los jóvenes (son especialmente llamativos los datos de los jóvenes entre 16 y 22 años), su impacto es especialmente significativo entre las personas mayores.

Según estudios sobre la incidencia que se han realizado en diversos municipios de España, se estima en un 10% las personas mayores que dicen sentirse solas sin querer estarlo, con diferentes niveles de intensidad. Esto significa que casi un millón de españoles mayores de 64 años se sienten solos.

Entre los principales factores de riesgo para que surja el sentimiento de soledad destacan la pérdida de amigos y seres queridos, la disminución de la movilidad (y especialmente las barreras arquitectónicas en los edificios residenciales, que obliga a algunas personas a no salir de sus casas), la jubilación (cuando no se prepara bien el paso a esta nueva situación), la mudanza a un nuevo lugar donde no se conoce a nadie, la falta de habilidades sociales o la dificultad para relacionarse con otras personas, la falta de acceso a los medios de transporte y la falta de tecnología y habilidades digitales para conectarse con los demás. Además, las personas mayores también pueden experimentar discriminación y estigmatización social, lo que puede aumentar aún más su aislamiento social. 

Indicaba al comienzo que esta pandemia está provocando unos enormes impactos en la calidad de vida de las personas mayores, tanto en su salud mental como física. Algunas de las consecuencias de sentirse solo en la vejez pueden incluir:

  1. La soledad puede llevar a la depresión y la ansiedad, y estos problemas de salud mental pueden afectar negativamente la calidad de vida de una persona mayor.
  2. La soledad crónica puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, presión arterial alta, problemas de sueño y debilidad del sistema inmunológico.
  3. La soledad puede conducir al aislamiento social, lo que puede a su vez aumentar el riesgo de deterioro cognitivo, deterioro físico y disminución de la calidad de vida. En muchas ocasiones la persona que se siente sola no quiere compartir este sentimiento con terceros, por miedo a sentirse estigmatizada (“algo habrá hecho para no tener amigos o familia”).
  4. Las personas mayores que se sienten solas pueden recurrir al consumo de alcohol u otras sustancias para aliviar la sensación de aislamiento y tristeza.
  5. La soledad crónica y la falta de apoyo social pueden aumentar el riesgo de suicidio en las personas mayores.

¿Qué podemos hacer para combatir esta pandemia social? Como ocurre con otros problemas sociales con una elevada incidencia, su mitigación es algo que nos afecta a todos, y no únicamente a los servicios sociales o a los familiares de las personas que la sufren.

Cada vez más municipios y comunidades autónomas están poniendo en marcha planes para combatir la soledad no deseada entre las personas mayores, realizando primero un diagnóstico para conocer su incidencia, poniendo en marcha una red de voluntarios (basta con que te fijes en esa vecina mayor a la que notas un poquito apagada cuando te la cruzas en el portal, o que por el contrario busca hablar contigo en cuanto tiene ocasión) y comercios colaboradores para detectar casos (qué importante el papel de las farmacias, panaderías, etc) y realizando intervenciones individualizadas cada vez que se identifica a una persona mayor que se siente sola. Intervenciones de todo tipo, desde el desarrollo de actividades grupales para sacar a la persona de su aislamiento, ayudas para eliminar las barreras arquitectónicas, talleres para fortalecer las competencias personales para afrontar este tipo de situaciones, etc).

La detección precoz de los casos es fundamental, porque facilita mucho la efectividad de las acciones a desarrollar para conseguir que esa persona supere ese sentimiento negativo.

A aquellas personas interesadas en el tema, les recomiendo leer el informe Los Sénior. Tendencias y Retos para empresas e instituciones, que supone una aproximación al perfil vital de las personas mayores.

Sobre el autor:

José De Juan Saboya

José De Juan Saboya

José De Juan Saboya, Director General de Silver Economy Consulting y Presidente de la Asociación Española de la Silver Economy (AEDESE). Miembro de la Federación Internacional para el Envejecimiento. Experto en silver economy, colabora con empresas e instituciones en adaptar sus productos, servicios, procesos y comunicación hacia el colectivo sénior. Divulga y fomenta en la sociedad el valor de la edad.

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