
Miércoles 20 de noviembre de 2019
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La boca es para bien y para mal, la gran puerta de entrada al organismo. Y aunque las estadísticas nos hablan del altísimo porcentaje de adultos que tienen una caries –es la infección más frecuente del mundo– no nos damos cuenta de que al situarse en esa puerta puede pasar a todo el organismo. Pocas personas son conscientes de que una caries puede originar una endocarditis. Y si alguien tiene algún problema cardiaco, el foco infeccioso de la boca puede añadirle un riesgo. También puede originar una inflamación articular, o sinusitis, o dolores de cabeza.
Debemos recordar que una caries no es solo “una muela picada”. Es un foco infeccioso que acumula gérmenes que pueden infectar a distancia. Y de hecho, ojos, senos nasales, pulmón, corazón, aparato digestivo, ganglios, sistema nervioso y articulaciones pueden verse afectados por los gérmenes de esa puerta de entrada.
No lo olvidemos. Una infección en la boca puede infectar a todo lo que por ella pase. La higiene debe ser cuidadosa y continuada.
(Por cierto, poca gente es consciente de que primero debe cepillarse con el cepillo seco, sin agua ni pasta. A nadie se le ocurre fregar antes de barrer. Después se añade un poquito de pasta para refrescar y dar buen sabor).