Las tapas son irrenunciables para cualquier español y una especialidad gastronómica única en el mundo. Son nuestra seña de identidad por excelencia y no hay nada más nuestro que tapear con los amigos, con la pareja, con la familia. Ir de tapas es fundamental para nosotros y por eso debemos alegrarnos porque hoy es el ‘Día Mundial de la Tapa’.
Este 'Día Mundial', que se celebraba cada tercer jueves de junio desde 2018 en toda España, organizado por Saborea España (la marca del turismo gastronómico español) ha cambiado su fecha a este viernes. Es un día que nos recuerda que la gastronomía española es un atractivo turístico y se basa en la idea de quela tapa y el tapeo son elementos diferenciales de nuestra gastronomía y nuestra manera de entender la vida.
Y es que una encuesta realizada el pasado año entre los establecimientos hosteleros (bares, restaurantes y cafeterías) y sus clientes, pone de manifiesto que el 78% de los españoles piensa que la tapa es nuestro mejor representante gastronómico, el 73% de turistas la valoran como elemento diferenciador de nuestro país, que el 89% de los establecimientos encuestados apuesta por el producto local para elaborarlas y que seis de cada diez españoles aprovecha el momento de tapear para compartirlo con los suyos.
Definitivamente en este país somos de tapas, no hay duda. Lo de llegar a un bar, pedir nuestra bebida y acompañarla disfrutando de una tapa es algo que forma parte de nuestra cultura.
Cuenta la leyenda que la tapa nació en el siglo XIII, cuando el rey español Alfonso X el Sabio, para paliar los síntomas de su enfermedad, comenzó a tomar pequeños sorbos de vino entre horas y para evitar los efectos del alcohol comía pequeños bocados acompañando a su bebida, al que que no solo le gustó sobremanera al entonces rey, sino que terminó conquistando a la sociedad y se quedó como una tradición, servir pequeñas porciones de comida con las consumiciones.
Otros cuentan que fue el rey Fernando el Católico el que para que las moscas no entraran en su copa de vino pidió un tapa para impedirles y le dieron un trozo de jamón para hacerlo con el que el monarca espantó a los insectos y acompañó su vino. Sea cual sea el origen de este increíble invento español que es la tapa, lo cierto es que, ya se ha dicho es lo nuestro. Y tenemos miles, pero como relacionarlas todos es totalmente imposible, hemos elegido nuestras cinco favoritas. Sabemos que no están todas las que son, pero sí son todas las que están... para gustos se hicieron los colores.
Pulpo a la gallega
Junto con el marisco, la empanada y el lacón con grelos, el pulpo a la gallega es una de las elaboraciones más tradicionales de Galicia que consumimos en toda España. La manera más habitual de servirlo es á feira, es decir, solo, o a la gallega, con patata -mucho mejor si son cachelos- cocida. Nos sorprende siempre esa textura suave que hace que casi se funda en la boca cuando lo comemos. Y es que, para hacerlo bien, hay que evitar cometer estos errores como no elegir un ejemplar que no esté entre los 2,5 o 3,5 kilos de peso, no olvidar limpiarlo bien bajo el grifo frotando bien con una camiseta vieja, "asustarlo" introduciéndolo y sacándolo del agua hirviendo de la olla tres veces antes de dejarlo cocer en agua al ras porque un exceso de agua no es bueno y controlar el tiempo de cocción, no más de 25 minutos.
Chorizo asturiano a la sidra
En Asturias la sidra está para escanciarla y beberla, sí, pero también para cocinar estos deliciosos chorizos que tanto nos gustan y que son una receta tan emblemática como imprescindible del Principado. Como no podía ser de otra manera, el chorizo a la sidra es esa tapa que tienes que tomar si sales a tomar el aperitivo por tierras asturianas. Asamos ligeramente los mismos chorizos que si se tratara de fabada conforman el compango y los servimos, en la comunidad asturiana como en toda España, en cazuela de barro.¡Una delicia!
Pescaito frito
Protagonista imprescindible de las ferias y fiestas andaluzas y por extensión del resto de España, el pescaito frito es un plato que se documenta en varios textos de cocina sefardita y que en aquellos tiempos se servía acompañado de una vinagreta con distintas hierbas. Indispensable en cualquier rincón de Andalucía el secreto de este sencillo manjar es utilizar una harina que no esté refinada para el rebozado y que a la hora de freír, el aceite esté bien caliente. Cuando está bien hecho, es un plato irresistible.
Migas extremeñas
No hay recetas de migas más famosas que las que llevan el nombre de Extremadura por bandera. Una receta sencilla, económica y a la que no nos podemos resistir. Para esta tapa solo se necesita pan candeal, panceta, pimiento choricero, aceite, ajo y pimentón. Se trata de una preparación de origen pastoril que es elaborada principalmente con pedazos de la miga de pan de hace varios días tostadas y acompañadas de carnes, embutidos y algunas verduritas picadas aunque en lugares como Castilla La Mancha también le añaden, en temporada, unas uvas que no estorban para nada sino más bien todo lo contrario.
Pa amb tomàquet
Pocas delicias comparables a disfrutar de un buen pan payés amb tomàquet o pan con tomate típico de Cataluña con un vino del Priorat, de esos en los que se saborea la tierra mineral y ruda . Se restriega muy bien el tomate previamente partido por la mitad sobre el pan para darle un sabor más gustoso a esta sencilla y deliciosa elaboración, se frota bien con ajo se le añade un buen jamón y un aceite de oliva virgen extra. Ya tenemos preparado un verdadero lujo de tapa.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.