Durante el invierno la piel de las manos es una de las más expuestas a las inclemencias metereológicas. Normalmente suelen estar más frías que otras partes del cuerpo y se resecan con facilidad. ¿Sabes cuáles son las recomendaciones para cuidarlas? Te las resumimos a continuación.
La hidratación de la piel debe tener una continuidad pues es una de las mejores formas de evitar la sequedad, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Las manos no son una excepción y por ello es importante que apliquemos cremas específicas para su cuidado durante el día y la noche.
Por el día podemos utilizar cremas de manos que tengan factor de protector solar, sobre todo, si queremos prevenir la aparición de manchas. Hemos de tener en cuenta que la piel de manos y rostro es la que está siempre expuesta a las radiaciones solares, principales responsables del fotoenvejecimiento.
Al salir de casa, por supuesto, pero también cuando realices las tareas de limpieza en el hogar. El contacto con el frío extremo daña la piel, pero los agentes químicos también, así que los guantes pueden convertirse en un aliado idóneo si la piel de tus manos es delicada. Algo que además deberás tener en cuenta todo el año.
Los tejidos menos dañinos para la piel son el algodón, ya que permite una mejor circulación del aire, y la lana, mejor que el nylon. Para las labores de limpieza, se suelen recomendar guantes de látex, siempre que no tengamos alergia a este material.
En general, el agua muy caliente es nociva para la piel y por ende para nuestras manos. Así lo ideal siempre es agua templada. Escoge un jabón adecuado y sécalas bien, pues si dejamos rastros de humedad se resecan más. Cuando te seques hazlo con suavidad y trata de evitar secadores de aire caliente, ya que son más agresivos.
Un buen masaje en las manos activa la circulación en la zona además de calentarlas. Presiona cada uno de los dedos de abajo a arriba de ambas manos, y después puedes juntarlas y seguir masajeándolas. En este proceso, que debe durar unos minutos, puedes recurrir a algún aceite o usar la misma crema de manos.