Deporte para mayores

Pilar Von Carsten: "El desfile es lo más impresionante de las Olimpiadas para cualquier deportista"

Antonio Castillejo

Viernes 31 de mayo de 2019

ACTUALIZADO : Viernes 31 de mayo de 2019 a las 10:49 H

11 minutos

La primera nadadora olímpica del Real Canoe participó en los Juegos celebrados en México el año 1968

Pilar Von Carsten
Antonio Castillejo

Viernes 31 de mayo de 2019

11 minutos

Fruto de las inquietudes de un grupo de montañeros, conscientes de la importancia de la vida al aire libre en cualquiera de sus manifestaciones, en 1930 se fundó la asociación deportiva Canoë Club. "En el Club se han practicado y se practican muchos otros deportes además de los de agua. De hecho el club se llama Canoe porque los pioneros tenían una sección de piragüismo y el nombre de Canoe viene de unas piraguas, las Canoë, que trajeron desde Canadá", explica su presidente Ricardo Camacho.

En el año 1983, la entidad recibió de la Casa Real Española el uso del título de Real, que ya quiso otorgarle Alfonso XIII aunque las circunstancias de aquella época lo hicieron imposible. A lo largo de estos casi 90 años de existencia, el Canoe ha sido uno de los clubes que más olímpicos ha aportado a la Selección Nacional Española, cerca de 70. La primera olímpica de esta laureda nómina fue Pilar Von Carsten, una nadadora de leyenda que participó en los Juegos Olímpicos de México en 1968. Todo un hito de nuestro deporte.

Medio siglo después, Pilar recuerda que su madre tuvo mucho que ver en que fuese nadadora. “Mi madre era muy aficionada al deporte y empezamos a nadar en la piscina de la calle Pilar de Zaragoza, en la Blume. Veníamos del Club de Tenis Velázquez donde era recogepelotas Manolo Santana, fíjate si es antiguo, y cuando lo cerraron mi hermana Mercedes y yo, que teníamos 11 o 12 años, nos fuimos a Pilar de Zaragoza que era donde iba la gente que de verdad era buena”.

Pilar Von Carsten
Pilar Von Carsten durante su participación en la Olimpiada de México 68

Juegos del Mediterráneo y Rolex de acero

El primer gran éxito internacional de los muchos que obtuvo Pilar Von Carsten a lo largo de su carrera llegó en 1965 cuando se proclamó en París campeona de 100 metros libres del Torneo de Natación de las Seis Naciones. “Iba de mala pero gané (risas). Es verdad, nadaba por la calle lateral, nadie se lo esperaba pero gané”. Un éxito que volvería a repetir en el mismo torneo en su edición de 1968 celebrada en la piscina de la Ciudad Universitaria de Madrid.

Otra de las grandes gestas de Pilar fue nadar en los Juegos del Mediterráneo celebrados en Túnez en 1967 y quedar en cuarta posición, “porque en mi serie nadaban todas las buenas”. Logró por tanto Pilar conseguir un diploma, pero también algo más, “un reloj Rolex pero de acero. Fue Anselmo López, entonces presidente del COE, me lo regaló personalmente. Él era muy aficionado a la natación y nos dijo que para el que ganase el Rolex sería de oro. Pero era un reloj de acero muy bonito, un recuerdo precioso” que, por desgracia, no conserva porque “me lo robaron. Tuve mala suerte, me lo quitaron”.

Pilar Von Carsten
Pilar Von Carsten tras un entrenamiento

En Tokio no por culpa de un plátano, pero en México sí llega su momento

Y al año siguiente llegaron los Juegos Olímpicos de México 1968, donde Pilar Von Carsten, del Club Natación Canoe, y María Paz Coromina, del Club Natación Barceloneta, íntimas amigas desde entonces, “es estupenda” explica, fueron nuestras representantes en natación femenina. Su hermana Mercedes también fue, como Pilar una excepcional nadadora, pero sin embargo no fue a la Olimpiada de México. “No la llevaron. Batió todos los récords, tenía los mismo que yo pero no la llevaron porque no había presupuesto. Cosas que pasaban en aquella época”. Pilar podía haberlo conseguido cuatro años antes en Tokio 1964, “pero no fui por culpa de un plátano. Estábamos en Canarias para nadar la última prueba. Me comí un plátano una hora antes de nadar y se me cortó la digestión en mitad de la prueba. Había estado todo el año ganando a Rita Pulido, pero por culpa del plátano esta vez no pude y ganó ella”.

Cuando llegó a México, Pilar “llevaba ya muchos campeonatos y ganados muchos trofeos. De hecho, fui nueve veces consecutivas campeona de España. Y llegamos a la Olimpiada donde fue la última vez que nadé". Algo que nadie se esperaba porque con 20 años estaba en su mejor momento deportivo, "pero yo quería ir a prepararme a Estados Unidos como fue Mari Paz y no me quisieron llevar. Así que pensé, pues hasta aquí".

Pilar Von Carsten gana el VIII Campeonato de las Seis Naciones

 

En cualquier caso, el recuerdo de aquella Olimpiada fue “imborrable”. “Todo aquello fue muy bonito y México precioso. Vivíamos en la villa olímpica, pero teníamos que salir constantemente con compañía, como siempre que salíamos a competir fuera de España. Había una señora que nos vigilaba. Siempre nos tuvieron muy controlados. En aquella época era así, nos ponían al lado a una mujer a la que llamaban ‘delegada’ para que nos vigilara. Se ha dicho alguna vez que hacíamos lo que queríamos, pero no es verdad, hacíamos lo que nos decían. Nos llevaron a ver los museos, pero poca cosa más”, aclara.

En México estuvo Pilar Von Carsten un mes y medio porque la expedición española llegó con tiempo suficiente para adaptarse a la altura de la capital azteca. “Nadamos al final de los Juegos, hacia el veintitantos de octubre”, y es que antes las Olimpiadas no se celebraron en agosto para evitar el calor. Allí nadó Pilar los 200 metros estilo individuales, “quise nadar los 100 metros libres pero no me dejaron porque era otra ronda, pero hubiera sido bueno primero nadar los 100 libres y ver cómo te comportas en México con la altura y luego ya haber hecho los 200. No conseguimos medalla, tuvimos que conformarnos con el diploma olímpico, pero yo batí el récord de España y Mari Paz, que era espaldista, también”.

Pilar Von Carsten
Pilar Von Carsten durante la entrevista

De la 'masacre de Tlatelolco' al 'choque' con Mark Spitz 

En México aquel año, coincidiendo con los Juegos, tuvo lugar el conocido como Movimiento del 68 en el que estudiantes, profesores, intelectuales, amas de casa, obreros, campesinos y comerciantes de la Ciudad de México y de otros estados del país pedían un cambio democrático en el país, la libertad de los presos políticos y el fin del autoritarismo. El punto culminante de las revueltas fue el 2 de octubre, cuando fuerzas del orden y paramilitares perpetraron la masacre de de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas, donde perdieron la vida entre 325 y 400 personas. “Nosotras vivimos aquello muy poquito, salíamos del museo y nos encontramos con varios autobuses quemados, mucha gente corriendo por todas partes y nos fuimos, nos cogieron y nos sacaron de allí. Es que éramos muy jóvenes, Paz tenía 16 años y yo 20”, explica Pilar.

El Mundo Deportivo 21-10-1968
El Mundo Deportivo del 21 de octubre de 1968

 

Por aquel entonces en España también teníamos lo nuestro y no era ni mucho menos fácil ser mujer y además hacer deporte. “Nos decían de todo. ¿Pero por qué quieres hacer deporte si te vas a poner enorme, te van a salir músculos y te vas a poner horrible?. Ya ves tú, y ahora están todas haciendo pesas como locas. Pues lo hacíamos porque nos gustaba y amábamos el deporte, porque éramos todos amateurs, la Federación nos pagaba el viaje y la manutención, pero nada más, si bien es cierto que en México el presidente del COE, Juan Antonio Samaranch, nos dio dietas. A los jugadores de baloncesto les dieron mucho, pero a nosotras nos dieron muy poquito, pero bueno, podíamos comprar chuches”, nos cuenta Pilar.

Pilar Von Carsten firmando autógrafos en la Olimpiada de  México 1968
Pilar Von Carsten firma autógrafos en  los Juegos de México 68

Los recuerdos se acumulan en la memoria de Pilar Von Carsten. “Por ejemplo, yo llegué a chocarme con Mark Spitz (el primer nadador en conseguir siete medallas de oro en unos Juegos) entrenando en la misma calle. De la villa olímpica sólo tengo recuerdos hermosos. Estábamos todos muy unidos. Por las noches, los de baloncesto, que eran mayores, sacaban guitarras y cantaban. Era muy bonito. El estadio era fantástico, espectacular. Eso hay que vivirlo. Vivir una Olimpiada es algo precioso. Yo vi en directo el legendario salto de longitud del americano Bob Beamon, saltó 8,90 y superó en más de medio metro el récord mundial. Y también vi a Ignacio Sola cuando batió el récord olímpico de altura con 5,15, aunque luego le superaron a él. Pero lo más impresionante fue el desfile. Es la parte más impresionante de las Olimpiadas para cualquier deportista", nos asegura.

 Hugo González, Pilar Von Carsten y Ricardo Camacho
Hugo González (el más reciente olímpico del Canoe), Pilar von Carsten (primera olímpica del club) y Ricardo Camacho (tres veces olímpico y presidente de la entidad)

Sobre el autor:

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.

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