Salud

El ingrediente silencioso en nuestra dieta que dispara el riesgo de enfermedades

Úrsula Segoviano

Foto: Bigstock

Martes 19 de agosto de 2025

4 minutos

Es importante reducir su consumo sin renunciar al sabor

Dieta mediterránea
Úrsula Segoviano

Foto: Bigstock

Martes 19 de agosto de 2025

4 minutos

La sociedad está cada vez más concienciada con llevar una alimentación saludable, pero tal y como recoge Infosalus, hay un ingrediente que sigue siendo una amenaza para nuestra salud: la sal.

Cada mayo, la Organización Panamericana de Salud (miembro de la OMS) celebra la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal, un recordatorio crucial de los riesgos que un consumo excesivo de este condimento puede acarrear. Lo ideal es no superar los 5 gramos de sal diarios por adulto, un límite que la mayoría de los españoles, y de la población mundial, sobrepasan significativamente, recoge el medio citado anteriormente.

Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) revela que ocho de cada diez españoles ingieren más sal de la recomendada. Pero, ¿dónde se esconde realmente este exceso? La clave está en diferenciar entre la sal que añadimos directamente al cocinar y la "sal oculta", que, según la OCU, constituye el 75% del total que ingerimos. Esta sal está presente de forma natural en los alimentos o es añadida durante su procesamiento industrial.

Las principales fuentes de esta sal invisible son los alimentos procesados. La dietista-nutricionista Cristina Urdangarín, de Clínica Universidad de Navarra, advierte en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus que productos como los embutidos, los quesos curados, las sopas y caldos industriales, los snacks salados, el pan, los productos de bollería industrial y los platos preparados son verdaderos focos de sal oculta. Además, la sal añadida en la preparación de alimentos fuera de casa también contribuye considerablemente al problema.

El consumo elevado de sal no es solo una cuestión de sabor, sino de salud a largo plazo. Las dietas ricas en sodio han sido vinculadas por la Organización Panamericana de Salud con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad, osteoporosis, enfermedad renal y cáncer gástrico, entre otras patologías.

Consejos para reducir el consumo de sal sin sacrificar el sabor

El truco de los chefs para arreglar un guiso con demasiada sal

 

Afortunadamente, existen estrategias efectivas para mitigar este riesgo sin renunciar al disfrute de la comida. La experta en nutrición Cristina Urdangarín ofrece valiosos consejos para reducir la sal de forma gradual y deliciosa:

  • Usar especias y hierbas aromáticas como ajo, perejil, romero, pimienta, orégano, laurel o curry para sazonar los platos.
  • Añadir ralladura o zumos de cítricos (lima, limón, naranja) o vinagre para realzar el sabor natural de los alimentos.
  • Preparar aceites aromáticos caseros con ingredientes como guindilla, orégano o albahaca.
  • Cocinar con una base de sofrito de hortalizas.
  • Marinar los alimentos unas horas antes de cocinarlos.

Por su parte, la OPS complementa estas recomendaciones sugiriendo comer principalmente alimentos frescos y mínimamente procesados, retirar el salero de la mesa, cocinar con poco o nada de sal añadida, y limitar el uso de salsas comerciales o productos instantáneos, así como de aquellos productos etiquetados con "alto contenido en sal". Un consejo fundamental es reducir la sal gradualmente para que el paladar se acostumbre al cambio.

Es importante destacar que, en general, una restricción moderada de sal es segura. Sin embargo, la especialista de Clínica Universidad de Navarra advierte que personas con condiciones específicas como la hiponatremia (niveles bajos de sodio en sangre), insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison) o quienes toman diuréticos específicos, podrían requerir un aporte de sodio supervisado. Asimismo, los atletas con entrenamiento intenso que pierden mucho sodio por sudoración también pueden necesitar un consumo adecuado.

En definitiva, la lucha contra el exceso de sal es un paso crucial hacia una vida más sana, y la clave reside en la conciencia sobre la sal oculta y la adopción de hábitos de cocina más saludables.

Sobre el autor:

Úrsula Segoviano

Redactora especializada en temas de salud y dependencia. 

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