Medicina general

Las Unidades del Dolor mejoran la calidad de vida de quienes sufren dolor crónico

Mariola Báez

Jueves 18 de abril de 2019

3 minutos

¿Qué tipos de tratamientos llevan a cabo estas unidades? ¿Cómo acceder a ellas?

Unidades del Dolor (bigstock)
Mariola Báez

Jueves 18 de abril de 2019

3 minutos

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social considera el dolor crónico como un importante problema de salud pública, tanto por su elevada prevalencia, en constante aumento, como por el coste económico y social que conlleva.

La función de las Unidades del Dolor, con las que ya cuentan la mayoría de hospitales públicos españoles, no siempre está clara para los pacientes, porque se entiende que el objetivo de cualquier tipo de asistencia sanitaria es precisamente aliviar el dolor, además, por supuesto, de intentar curar una enfermedad determinada.

El propio Ministerio, aclara qué es exactamente una Unidad del Tratamiento del Dolor (UTD) definiéndola como una organización de profesionales de la salud que ofrece asistencia multidisciplinar para atender a un paciente con dolor crónico que requiera atención especializada para conseguir eliminarlo.

Cómo funcionan las Unidades del Tratamiento del Dolor

Estas unidades son un equipo de composición variable en función de su ámbito sanitario concreto de actuación, pero que siempre integran distintos especialistas médicos: anestesiólogos, traumatólogos, neurocirujanos, oncólogos, psicólogos, fisioterapeutas... El objetivo es siempre el mismo: acabar con el dolor y lograr que el paciente recupere, en la medida de lo posible, el bienestar físico y emocional. Para ello, se emplean técnicas específicas según cada paciente y cada tipo de dolencia.

Los tratamientos que pueden llevar a cabo estas unidades especializadas en dolor crónico son muy diversos. Cualquiera de ellos parte de un diagnóstico clínico previo. Tal como recuerda la Sociedad Española del Dolor (SED), es el médico de atención primaria quien debe intentar eliminar ese dolor averiguando su causa y determinando un primer tratamiento. Viendo los resultado obtenidos, será él quien decida si debe remitir al paciente a un especialista. Si ni el diagnóstico y tratamiento aplicado por el médico de atención primaria, ni tampoco el que ha establecido el especialista consiguen acabar con el dolor y este persiste más de cuatro semanas, probablemente sea el momento de solicitar asistencia en una unidad específica del Tratamiento del Dolor, algo que siempre llevará a cabo el médico, no el paciente.

El dolor crónico es un síndrome complejo que va a requerir de una información precisa y completa que permita realizar una evaluación previa y que señale el mejor tratamiento posible. Intentar que desaparezca la sensación dolorosa por medio de procedimientos mínimamente agresivos pero que logren regularizar los sistemas de transmisión del dolor es el objetivo de estas unidades. Para lograrlo, se aplicarán técnicas específicas, que pueden ir desde la radiofrecuencia, hasta los tratamientos farmacológicos, sin olvidar aquellas terapias basadas en el bloqueo de los nervios que transmiten la sensación dolorosa. Como ejemplo de los avances conseguidos en este campo en los últimos años, hay que destacar el uso de neuroestimuladores, colocados bajo la piel, capaces de generar impulsos eléctricos que frenen la sensación de dolor antes de que la persona la sufra. Sin duda, avances importantes en el objetivo prioritario de conseguir una vida sin dolor.

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Mariola Báez

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