Marco Herrera
Medicina preventiva
¿Qué son y cómo puedes prevenir las fístulas perianales?
Debes seguir una serie de pautas alimenticias que fomenten un tránsito intestinal adecuado
Una fístula perianal es una pequeña rotura que se extiende desde el interior del ano hasta algún lugar de la piel que lo rodea. Generalmente, sigue a una infección que no se curó de la manera adecuada. Su médico puede mejorar la fístula con tratamiento, pero necesitarás cirugía para una correcta recuperación.
¿Qué lo causa?
Dentro del ano hay varias glándulas que producen líquido, que a veces se bloquean u obstruyen. Cuando esto sucede, la acumulación de bacterias puede crear una bolsa hinchada de líquido y tejido infectado. Los médicos llaman a esto un absceso. Si no lo tratas, el absceso crecerá. Eventualmente, se abrirá camino hacia el exterior y perforará un agujero en la piel, en algún lugar cerca del ano, para que la suciedad pueda drenarse. La fístula es el túnel que conecta la glándula a esa abertura.
En la mayoría de casos, un absceso provoca una fístula. Es raro, pero también pueden provenir de afecciones como tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual o una enfermedad continua que afecte a los intestinos.
¿Cuales son los sintomas?
Según la Clínica Mayo (@ClinicaMayo), los más comunes son dolor, rojez e hinchazón alrededor de la zona perianal, aunque también puedes notar sangrado, deposiciones o micciones dolorosas, fiebre o pus. Si tienes alguno de estos síntomas, llame a un médico.
Cómo prevenirla
Prevenir las fístulas perianales conlleva una serie de pautas alimenticias que buscan un tránsito intestinal correcto, lejos de estreñimientos crónicos o diarreas. En bebés también puede ser común la aparición de fístulas, vinculadas normalmente a la mala utilización de los pañales o la falta de higiene en esta zona.
Por ello, en los adultos es recomendable una dieta rica en fibra y no consumir alimentos que causen irritación intestinal, como picantes o saturados. Beber litro y medio de agua al día y evitar el sedentarismo también ayudará a un tránsito más fluido. Tras la evacuación, es importante el limpiado con agua o materiales suaves, al igual que utilizar profilácticos en las relaciones sexuales.
Según la Clínica Mayo, si en algún momento se percibe dolor o manchado en la ropa, es crucial acudir cuanto antes al médico para evitar que los abscesos evolucionen hasta una fístula.