La insuficiencia venosa es una enfermedad poco conocida pese a ser una patología del sistema circulatorio que puede afectar, en mayor o menor grado, a un 25% de la población adulta según datos de la Asociación Cuida tus Venas. Se produce cuando el sistema de retorno, que hace posible que el flujo sanguíneo regrese al corazón desde nuestras piernas venciendo la fuerza de la gravedad, no funciona correctamente.
En el interior de las venas de nuestras extremidades inferiores, las válvulas venosas, ayudadas por el propio movimiento de los músculos, consiguen que la sangre retorne al corazón para continuar el ciclo normal de la circulación sanguínea, pero, por distintos motivos, pueden no cumplir su función y desencadenar síntomas como el de las piernas pesadas y/o la aparición de arañas vasculares o varices.
La insuficiencia venosa puede tener origen genético, ser hereditaria, pero también la falta de ejercicio, el hecho de permanecer largos periodos de tiempo de pie o sentados, sin movernos y sin que la sangre circule normalmente, puede provocar esta patología. Además, el calor y las altas temperaturas, que favorecen la dilatación de las venas, puede agravarla.
Para mejorar la circulación de retorno venoso, los expertos, basándose en las recomendaciones de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, proponen una serie de ejercicios muy simples, pero que son eficaces a la hora de ayudar a que la sangre regrese al corazón más fácilmente.
Para aliviar la pesadez en las piernas y prevenir la insuficiencia venosa, procura poner los pies en alto, sobre una silla o cojín, cada vez que las notes cansadas. Además, evita tanto el calzado plano como los tacones muy altos, así como la ropa (pantalones) apretados.