Es una de las inevitables señales del paso del tiempo. La falta de tensión en la piel de los párpados puede hacer que nuestra mirada aparezca triste y hundida. La solución más efectiva es quirúrgica, pero no es tan costosa como piensas.
La ptosis palpebral, o párpado caído, es la caída del párpado superior y supone uno de los problemas oculoplásticos más comunes. Esta posición anómala del párpado se produce habitualmente por una disfunción del músculo elevador, ya sea por causas degenerativas o congénitas, y puede afectar tanto a adultos como a niños.
Por lo general estos problemas tienen un origen genético, donde el paso del tiempo y la fuerza de gravedad actúan sobre el rostro, generando un aspecto antiestético y envejecido que incomoda a muchas personas. Sus causas más habituales son:
A la hora de ponerle remedio, cuando tienes los párpados caídos poco se puede lograr con cremas y otros retoques superficiales. La solución más práctica y definitiva es la cirugía a través de una operación se denomina blefaroplastia.
La blefaroplastia (cirugía de párpados) es una una intervención sencilla que permite recolocar el párpado en la posición adecuada y que el paciente recupere la normalidad en su ojo en pocas semanas. Se lleva a cabo con anestesia general y tiene una duración aproximada de entre 1 y 2 horas.
Se aplican incisiones en los pliegues naturales de la piel, permitiendo eliminar de forma sencilla el exceso de tejido. Gracias a esto los cirujanos pueden actuar de forma cómoda y evitar dejar marcas sobre el rostro de los pacientes.
Tras finalizar la cirugía, los pacientes deberán quedarse bajo observación médica, pero solo durante 1 o 2 días. Pasado este tiempo podrán volver a sus casas y comenzar su proceso de recuperación definitivo.
Las molestias provocadas por la blefaroplastia se caracterizan por inflamación y dolor en la zona intervenida. Sin embargo, estos síntomas suelen ser atenuados con analgésicos y antinflamatorios recetados por el cirujano a cargo.
El paciente podrá retomar sus actividades con normalidad tras unos 4 días de descanso, obteniendo el aspecto definitivo a partir de la segunda semana.