Manuela Martín
Salud
Por qué se hacen las sangrías terapéuticas
Se trata de una extracción frecuente de sangre para reducir el nivel de hierro en sangre
Hay personas que sufren de un exceso de hierro en sangre conocido como hemocromatosis cuya solución, en muchos casos, pasa por sangrías terapéuticas.
La hemocromatosis consiste en un problema de metabolización del hierro en sangre provocando un acúmulo excesivo en diferentes órganos y sistemas del organismo.
Este exceso afecta con mayor frecuencia al hígado, pudiendo causar cirrosis e incluso un cáncer de hígado. También puede afectar al páncreas causando diabetes, o al corazón desencadenando una insuficiencia cardiaca o arritmias. Igualmente, podría provocar esterilidad, artrosis progresiva o exceso de pigmentación en la piel.
La hemocromatosis puede ser heredada o no. Será, en el primero de los casos, en los que el tratamiento de elección es la sangría terapéutica, mientras que en el resto de los casos puede darse un tratamiento farmacológico.
¿Qué son las sangrías terapéuticas?
Se trata de una técnica basada en la extracción de sangre regularmente para disminuir la sobrecarga de hierro.
Es un procedimiento sencillo, similar a la donación de sangre, la única diferencia es que en las sangrías la sangre se desecha.
En los dos o tres primeros años del diagnóstico se realizarán sangrías semanales de 500 ml.
Una vez que bajan los datos, entre ellos la transferrina, la ferritina y la hemoglobina, se pueden reducir la frecuencia de sangrías cada tres o cuatro meses.
Las personas mayores, con problemas graves de tensión arterial, de corazón o epilepsia, no suelen exponerse a este tipo de tratamientos por los riesgos que podrían conllevar.
Además de la extracción de sangre, los cambios en la dieta por una que contenga menos hierro es otro de los métodos más frecuentes llevados a cabo para las personas con hemocromatosis.
¿Para qué sirve el hierro en la sangre?
Es un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. Es un componente de la hemoglobina responsable principalmente del trasporte del oxígeno de los pulmones a las distintas partes del cuerpo.
Al igual que no es bueno tener un exceso, tampoco lo es una carencia, ya que podríamos padecer anemia. Un exceso por su parte, podría causar malestar gástrico, estreñimiento o vómitos, y si es excesivamente alto podría causar fallos en algunos órganos, en cuyo caso requerirá de estudios y tratamientos médicos.
Las carnes magras, los mariscos y las aves tienen una importante cantidad de hierro, al igual que los cereales, legumbres y algunos frutos secos.
Para las personas mayores de 50 años la cantidad recomendada de hierro al día se sitúa en los 8 mg.