Victoria Herrero
Preguntas
¿En qué consiste el síndrome de la inmovilidad en personas mayores?
Los sistemas cardiovascular y musculoesquelético son los más afectados en este caso
La inmovilidad es la disminución de la capacidad que tiene una persona de hacer las actividades rutinarias, como consecuencia de que se va produciendo un deterioro de las funciones motoras de su organismo. Una situación que, en algunos casos, deriva en lo que se conoce como síndrome de inmovilidad, que es la manifestación más evidente de esa falta de movimientos.
Como señalan desde la compañía Sanitas (@sanitas_atiende) esta situación se debe a factores diversos como por ejemplo el hecho de estar postrado en una cama durante bastante tiempo como consecuencia de un post-operatorio o, bien, por decisión personal del paciente que va limitando sus movimientos ya sea por dolor, cansancio o por temor a sufrir una caída.
Se trata, por tanto, de una patología que afecta a todo el cuerpo de esa persona, pero que se nota especialmente en los casos de los sistemas cardiovascular y musculoesquelético. Pero también hay otra serie de desencadenantes negativos como afectación de la capacidad respiratoria, la aparición de trombosis, artrofia muscular, incontinencia urinaria o fecal, afecciones en la piel o trastornos del aparato digestivo.
Medidas preventivas en casos de inmovilidad
Lo mejor para mantenerse activo y ser una persona independiente, en lo que se refiere a la hora de moverse, es sin duda practicar algo de ejercicio. Una actividad adecuada a las necesidades de cada persona pero que será especialmente beneficiosa para favorecer esa movilidad y estimular la autonomía personal.
Cuando vemos aparecer ciertos signos de inmovilidad, esta persona no tiene que reducir su capacidad de movimiento por ello. Con un ritmo adecuado puede seguir manteniendo su movilidad e incluso ayudarse de herramientas técnicas que faciliten esos desplazamientos como un bastón, andador o silla de ruedas; así como adaptar la vivienda a sus necesidades.
Cuidados de la persona que está inmóvil
Para los casos más avanzados, en los que ese paciente ya que se encuentra inmóvil o postrado en una cama, es necesario seguir una serie de rutinas para facilitar su calidad de vida:
- La aparición de úlceras en la piel suele ser una de las complicaciones más frecuentes y graves en estos casos. Por ello conviene realizar cambios posturales cada par de horas, además de extremar su higiene e hidratación diara y ayudarle con masajes que activen la circulación.
- Cuidado con las complicaciones respiratorias. La persona debe estar algo incorporada la mayor parte del tiempo.
- Dieta variada y equilibrada.
- Rehabilitación y fisioterapia para favorecer cierto movimiento en el caso de personas encamadas, además de animarle a que se levante cada cierto tiempo, se mantenga de pie unos instantes, ande unos pasos o se siente en un sillón para cambiar su postura corporal.