Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorMirar la piel y ver cómo a simple vista comenzamos a ver pequeños vasos sanguíneos con apariencia de tela de araña o ramas de árboles. No se trata de una enfermedad de la sangre, sino de las famosas arañas vasculares. No se trata de una patología grave, y en la mayoría de los casos se producen en mujeres, en las zonas de las piernas y de la cara.
Su fama y preocupación se relacionan con el problema estético que presentan, por lo que la principal pregunta al verlas es si se pueden tratar.
Lo primero que debemos apuntar es que este tipo de arañas se presentan sin avisar, ya que no tienen síntomas. En raras ocasiones pueden producir picazón. Las arañas vasculares se producen cuando las válvulas de las venas de las piernas en la mayoría de los casos, se debilitan, permitiendo que la sangre fluya hacia atrás. Las arañas vasculares aparecen de color azul porque la sangre que hay en su interior está desoxigenada.
Una vez que comenzamos a intuir su aparición podemos acudir a nuestro médico de cabecera. El profesional hará una exploración física de estas venas y comprobará si hay hinchazón en las piernas. Podrá solicitar una ecografía para comprobar si las venas funcionan bien o existen coágulos sanguíneos. En tal caso, no hay de qué preocuparse, se trata de una prueba no invasiva que aporta una imagen de las venas de las piernas en una pantalla.
Las arañas vasculares no tienen un desencadenante concreto, pero sí que hay factores que aumentan las posibilidades de desarrollarlas: la edad, el embarazo, el uso de anticonceptivos orales, antecedentes familiares, la obesidad o el estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo.
Para mejorar la circulación sanguínea y prevenir también su aparición existen algunas medidas como:
Tomar medidas para mejorar la circulación sanguínea y llevar un estilo de vida saludable son los principales métodos para mejorar o reducir la cantidad de arañas vasculares. Los tratamientos o la cirugía se reservan, generalmente, para las venas varicosas más grandes que no son estéticamente agradables o que producen síntomas dolorosos.