Manuela Martín
Sociedad
Alertan de la situación de las residencias de mayores en verano: "Funcionan al mínimo"
Las altas temperaturas y la reducción del personal son los principales problemas

La Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (PLADIGMARE) ha alertado sobre el "impacto que cada verano tiene sobre la salud y el bienestar de los residentes en los centros de mayores".
Los principales problemas que se presentan cada verano son las altas temperaturas y la reducción de personal motivada por las vacaciones estivales, lo que lleva a un "consiguiente empeoramiento de la calidad asistencial".
La plataforma señala que la experiencia de años anteriores muestra que, durante julio y agosto, "muchas residencias funcionan al mínimo de sus capacidades estructurales, sin reforzar plantillas ni garantizar condiciones adecuadas para afrontar las olas de calor". Esta combinación de factores puede generar situaciones que, en algunos casos, "podrían calificarse de maltrato institucional por omisión".
PLADIGMARE ya ha recibido "las primeras alertas sobre deficiencias en climatización, falta de personal para cubrir tareas básicas, y residentes expuestos a condiciones térmicas extremas sin protocolos adecuados de protección o prevención".

La organización enfatiza que "No podemos normalizar que cada verano se repita el mismo abandono institucional", y que si ya se parte de "ratios insuficientes durante el resto del año, el verano convierte a las residencias en una bomba de relojería".
Ante esta situación, PLADIGMARE exige a las administraciones competentes (autonómicas y estatales) que:
- Aumenten y fiscalicen los refuerzos de personal durante los meses estivales.
- Aseguren la "correcta climatización de todos los espacios comunes y habitaciones", prestando especial atención a las zonas de aislamiento.
- Establezcan "planes de contingencia frente a olas de calor, con indicadores transparentes y seguimiento público".
- Inspeccionen "con mayor frecuencia las residencias durante el verano", para evitar que el periodo vacacional sea "un blindaje contra el control externo".
Finalmente, PLADIGMARE recuerda que el cambio climático está haciendo "más frecuentes y prolongadas las olas de calor", por lo que este fenómeno "no se puede seguir tratando como una excepción puntual, sino como una variable estructural que debe incorporarse de forma urgente a la planificación sociosanitaria".
Y concluye recordando que "los mayores no se van de vacaciones. Y sus derechos tampoco deberían hacerlo".